Agenda Cultural UdeA - Año 2006 OCTUBRE | Page 27

ISBN 0124-0854
N º 125 Octubre de 2006 ruido permanente y aparentemente manejados por esquizofrénicos.
Ante este panorama, y por lo menos en la Universidad de Antioquia, quizás falte repensar las políticas y estrategias implementadas y sus objetivos reales. A veces, esa serie de eventos revelan un afán de tipo más rimbombante que esencial, más ruidoso que sensible, más efímero en sus logros que honesto en su verdadero papel, con grandes despliegues— y derroche de dineros públicos— de logística, recursos y efectos publicitarios, propios más de los afanes demagogos de las empresas de marketing y la cultura de masas. No parece que existiera una coherencia entre lo que aparece fijado en la misión y en los objetivos con las actividades que desarrolla en la Universidad, sí parece que se confundiera con aquello que desde hace casi un siglo percibieran Adorno y Benjamín, en la medida en que el fenómeno se convierte en pretexto para el aturdimiento y el olvido rápido como parte de esa industrialización cultural, cuyos productos salen embutidos y empacados al vacío.
Es cierto que la extensión cultural ha cumplido una labor pionera en la ciudad y en la región en la inspiración y fomento de las manifestaciones literarias, teatrales, plásticas y en la formación vaga o completa
de sus públicos y en la aparición de una ulterior serie de iniciativas para la fundación de bienales, ferias y festivales y su difusión y divulgación; si no, cómo pensar aquellos primeros“ movimientos culturales” alrededor del cine y del teatro en los años sesentas, setentas y ochentas, pero también es cierto que, luego, parte de las políticas se tornaron tibias y burocratizadas, a veces también sordas en su arribismo, su pedantería y su esnobismo y ajenas y aisladas de quienes se deben.
Notas
1
Extensión cultural, Universidad de Antioquia, página virtual: misión y objetivos. 2 Ver Efraím Medina Reyes, Cinema árbol y
otros cuentos, Ministerio de Cultura, Bogotá, 1996.
3
(...) Pero cuando en Colombia se habla de cultura, parece, todavía, que se estuviera hablando de un asunto de nicho. De un asunto que sólo interesa a un puñado de personas. Como la cría de gusanos de seda, como el rafting, como la filatelia. Para comenzar, se cree que“ lo cultural” es una actividad: ir al teatro o la ópera o a un museo. Que es un tipo de entretenimiento sofisticado y a veces difícil( leer a Coetzee o a Blöch, oír un cuarteto de Shostakovich), que sólo compete a unos pocos. En suma, un