Agenda Cultural UdeA - Año 2006 MAYO | Página 19

ISBN 0124-0854
N º 121 Mayo de 2006 metafóricas sin poder capturarlas, aumentando, con la sensación de incapacidad, el ansia y la disposición de consumir.
Es así como el cuerpo atlético, con una musculatura desarrollada y tecnológicamente investido, parafraseando a Pinzón, se convierte en el nuevo significante de un poder del falo, el ímpetu de un físico – culturismo que invade los medios de comunicación y crea toda una tecnología del cuerpo encaminada a fortalecerlo y embellecerlo. Un imaginario de un cuerpo construido en el gimnasio mediante el trote y el consumo de anabolizantes y estimulantes.
En esta línea y en su análisis sobre ― El deseo, la figura y los media: Topología del imaginario social – deseo y sociedad mediática ‖( 1997: 251), Luis Castro Noguera se acerca un poco a la reflexión que surge a partir de la lectura del fenómeno de la imagen y el consumo. En principio, y haciendo alusión a Jean Baudrillard, el autor introduce el concepto de deseo para sustentar, en contraposición al materialismo histórico, la idea de un valor de uso que ciertamente da cuenta de la mercancía y de su fetichismo; es decir, no existe valor de uso en sí, independiente del valor de cambio; un valor de uso donde el fetichismo remite a las verdaderas e inmediatas necesidades de los hombres y sus deseos. La autonomía del
significante sobre el significado. Esto es, en dirección a Lacan, Foucault, Derrida, Lyotard y Deleuze, Baudrillard hace mención del inconsciente, el poder, la escritura y el deseo, interpretados como flujos – significantes que jamás alcanzan un reposo o un territorio significado.
Para Castro Noguera, los media obligan a pensar la relación entre deseo, sujeto e imagen, y con Castoriadis se podría decir que el sujeto está apresado, atrapado en la secuencia de imágenes, y se representa sometido, alienado. En el imaginario social contemporáneo, en el mundo de la moda rápida se muestra cómo la aceleración de capital implica la rotación de los circuitos y trayectorias, siempre en movimiento ellas mismas, del imaginario social que caracteriza el pret-à-porter contemporáneo. Este holo – movimiento del imaginario social es continuo. Esta moda rápida basa su eficacia en estrategias comerciales que cuidan y consienten ciertos nichos ecológicos imaginarios— mujeres y hombres jóvenes, universitarios, deportistas, aventureros, entre otros—.
El cuerpo se transforma es una mercancía visible y sobre todo exhibible, un objeto con valor de cambio, un bien de consumo de características icónicas y simbólicas que ha de cotizarse en el mercado visual. El cuerpo