ISBN 0124-0854
N º 121 Mayo de 2006 moldeable, armable, cambiable, mejorable. La publicidad nos recuerda el cuerpo, pero siempre sus carencias o anomalías, las cuales pueden ser reparadas o complementadas por el consumo. Nuestra conciencia corporal está ligada a la publicidad, y emerge por defecto cuando su biología deja de ser eficiente y ya no responde a las exigencias del aparato de producción. El consumo de tecnologías que modelan nuestros cuerpos bajo normas estéticas, que a su vez configuran el imaginario social, no es otra cosa que la expresión de un abismo entre la persona y su cuerpo. Un cuerpo re-significado que reproduce el discurso del mercado de los consumos corporales.
En esa lógica de la juvenilización del cuerpo por el temor al deterioro y a la vejez, una nueva estética de culto a la imagen corporal inmersa en la apariencia, implica, en esa sinrazón del mercado, toda una inusitada oferta de productos y servicios con el fin de sortear la finitud, la decadencia y esas pequeñas señales de desmejora a través de ejercicios, dietas, implantes y aplicaciones químicas. De allí las múltiples ofertas de nuevos fármacos y alimentos dietéticos, de servicios de estética y reducción de peso, de cirugía e implantes; además, surgen movimientos esotéricos para alcanzar la plenitud corporal mediante terapias varias que apuntan a masajear la relación con nuestra somatografía.
El horror al deterioro es el horror a la exclusión social, a la confinación en los márgenes del mercado. Es el temor al paso de los años, al desgaste físico, a la extinción de una vida que no tiene trascendencia, siguiendo a Maillard. Las nuevas figuras corporales han generado, en un proceso de veloz mutación, nuevas corporalidades, nuevas retóricas inmersas en las tecnologías-simbólicas, en las mimesis publicitarias: el cuerpo de la diversidad más extrema, de las alteridades. Es el narcisismo expresado en el cuerpo el que, sin embargo, cumple también una función de normalización de la corporalidad. La obsesión por el organismo no es una acción natural o espontánea, sino que obedece a imperativos sociales y económicos. Las fuerzas corporativas son quienes hoy esculpen nuestros cuerpos.
Bibliografía
CASTRO NOGUERA, Luis. La risa del Espacio. El imaginario espacio-temporal en la cultura contemporánea: una reflexión sociológica. Madrid, Editorial Tecnos S. A., 1997.
DEBRAY, Régis. Vida y muerte de la imagen. Historia de la mirada en Occidente. Barcelona, Paidós Ibérica S. A., 1994