ISBN 0124-0854
N º 119 Marzo de 2006 rasgos característicos de ella. Qué curioso resulta si viramos un poco y dejamos un universo tan vasto como la música, como Mozart, para llegar o uno no menos amplio, inagotable y estético, como lo es la física. Cuando pensamos en física, qué difícil es pensarla en su totalidad(¿ totalidad?), de forma global; sin duda, es necesario recurrir a un ejemplo en particular: reconocemos fácilmente áreas como la mecánica, el electromagnetismo, mecánica cuántica, óptica, o aquella con lo cual se haya tenido contacto personal. Así mismo, cuando nos mencionan a Mozart, no es fácil y de hecho es muy difícil tener en la imaginación semejante universo en un solo instante; por ello recurrimos a la ópera que conocemos, al concierto para piano o para violín, a la sinfonía que acabamos de escuchar y cuyo tema aún se repite indefinidamente en nuestra imaginación con nuestro consentimiento, o simplemente aquella melodía que recordamos. del que compuso el Concierto para piano No 23 y diferente del que compuso el Réquiem.
Del primero resalto su pulcritud, su elegancia y maestría en el manejo del tema y su desarrollo a lo largo de toda la obra; se puede apreciar allí el clasicismo representativo de este periodo musical, presente también en Haydn y llevado a la genialidad por Mozart. En el segundo Mozart, se aprecia una sensibilidad no encontrada en el primero, sensibilidad agudizada en el Adagio de este concierto, cuyo tema se desarrolla un poco romántico y nostálgico en un piano solitario que murmura un lamento escuchado con dolor por la orquesta, la cual se expresa en un diálogo desplegado en todo el movimiento. Esta expresión en la música, no habitual en su época, pocos años más tarde fue expuesta por músicos tan geniales como Beethoven.
¿ Pero podemos decir que es la física la mecánica, el electromagnetismo o la óptica? ¿ Cuál de estas áreas se puede sentir como la física? ¿ O podemos pensar en la existencia de distintas físicas, porque aparentemente son diferentes en sus formalismos desarrollados matemáticamente, y en los conceptos involucrados, necesarios para la comprensión de los fenómenos naturales estudiados? De ser así, se podría pensar, a su vez, que el Mozart que compuso la Sinfonía No 41, es diferente
También se reconoce en él cómo el terror y el misterio son puestos en música, como lo podemos observar en la ópera Don Giovanni. Del tercer Mozart, puedo resaltar, además de su sensibilidad, su nostalgia, la nostalgia del crepúsculo de una vida, una vida que ha dejado de suspirar; así, desde la introducción del Réquiem podemos sentir aquel dolor que es anunciado y expuesto, que se desarrolla a lo largo de la obra inconclusa, esta obra que podemos sentir como un sombrío atardecer que nos impide respirar. En esta obra se