ISBN 0124-0854
N º 123 Julio de 2006 luces y sombras. El pintor barroco entendió su arte en el espejo de sus autorretratos. El doble efecto de mirar y ser mirado, la necesidad de reconocerse en los espacios de su propia psicología: Rembrandt burgués, mendigo, pintor, grabador, intérprete de la realidad. Su obra apuntó a la atemporalidad como recurso para estar siempre vigente, para referenciar otros momentos de la historia del arte. Su obra como documento actual, su figura mítica que supo hablar de vanguardia. El pintor del alma nos legó la belleza de la pintura barroca holandesa, sus retratos minuciosamente construidos y su inolvidable obra pintada en una estancia final de una casa fría.
* Lucrecia Piedrahita Orrego. Museóloga, curadora, escritora de arte, actualmente dirige el Canal U. Preparó este texto para la especialmente para la Agenda Cultural.