ISBN 0124-0854
N º 120 Abril de 2006
Con todo , en la aproximación que se pueda hacer a las concepciones políticas de Goethe hay que guardar cautela . Sería un error cabal afirmar que Goethe era un revolucionario y un seguidor de las ideas de la fraternidad , la libertad y la igualdad . Thomas Mann da luces para comprender los particulares matices del Goethe político . En su ensayo “ Goethe y Tolstoi ” afirma que en la medida en que el humanista alemán fue un hombre de Estado , un hombre que ocupó gran parte de sus años gobernando el ducado de Weimar , un hombre que gozó de la total obsequiosidad de la nobleza alemana , su rechazo a la Revolución Francesa fue neto . Goethe se opuso abiertamente a ese movimiento estruendoso y expansivo en que el pueblo francés iba guillotinando nobles en busca de
la libertad . Y si el joven Goethe alguna vez se dejó abrasar por el fuego propio de las revoluciones , éste muy pronto habría de conducirlo a una especie de idealismo aristocrático ostensiblemente reaccionario . En general , y esto lo explica Thomas Mann , a Goethe le repugnaba el democratismo histórico y no aceptaba que la evolución de la historia fuese el producto del desarrollo de la idea en las masas populares . Goethe , además , y en esto es precursor de las interpretaciones históricas de Carlyle y sus seguidores , concebía la historia como una ejemplar biografía de personalidades célebres y de héroes . En este sentido , su repudio a la democracia dio paso a una aristocracia de claro perfil individualista . Esto permite decir que Goethe , si bien no gustaba mucho de los pueblos , amaba a los hombres . De ahí que resulte muy significativo el hecho de que el