ISBN 0124-0854
N º 120 Abril de 2006 para nombrar la grandeza de una clase . Pero de la representatividad de una clase a la de una nación o un imperio hay tan sólo un paso . Walter Benjamin señala , por ejemplo , cómo esa peculiaridad de Goethe fue utilizada por la burguesía alemana en la segunda mitad del siglo XIX para celebrar los triunfos del Imperio prusiano . No obstante , y tales son las paradojas sorprendentes que otorga el mundo de la cultura , toda la obra de Goethe está sesgada por ataques fuertes hacia esa clase social de donde surgió , pero de la cual se sintió lejano al reconocerse él mismo como un aristócrata genuino . El mismo Benjamin recalca “ si él — Goethe — le obsequió una literatura elevada — a la burguesía —, lo hizo volviéndole la espalda ”. En realidad , Goethe llegó a sentirse incómodo con su condición burguesa porque creía que la verdadera educación , esa Bildung de la que trata buena parte de su obra , si bien debía comenzar en los niveles de la burguesía , lograba su total plenitud en los de la aristocracia . Recuérdese que Wilhelm Meister , uno de los personajes más importantes de la obra de Goethe , dice que en Alemania sólo los nobles tienen la posibilidad de una cierta formación universal personalizada , mientras que el burgués acaso puede llegar a un maltrecho estadio en su desarrollo espiritual .
La burguesía entonces siempre ha querido recuperar a un genio que despotricó y renegó de ella alegando su verdadera condición de noble . Algo similar sucedió con los movimientos extremistas del siglo
XX . Si hubo alguien opuesto al furor de las guerras nacionalistas fue Goethe y , sin embargo , fue usual ver su figura y su nombre unidos al fascismo alemán . Goethe abogaba , más bien , por una especie de respeto mutuo entre los pueblos . Es más , si hay un paradigma del ser cosmopolita en esa sangrienta transición de un siglo clásico a otro romántico , lo representa el autor del Fausto . En las conversaciones con Eckermann , a propósito del odio nacional , Goethe decía estas palabras que bien definen su posición frente al tema : Extraña cosa es el odio nacional . Es en la escala más baja de la civilización que usted lo encontrará siempre más fuerte y más violento . Pero hay un grado en el cual este odio desaparece del todo , y donde se le halla por así decirlo situado más allá de las naciones , y en el cual se siente el bienestar o el sufrimiento del pueblo vecino como si fueran los de nuestro propio pueblo . Ese grado es el que corresponde a mi naturaleza .