ISBN 0124-0854
N º 114 Septiembre 2005 lechos. Por ejemplo, los wounaan del Chocó, con el fin de elaborar estos textiles, cortan, en luna menguante, la corteza del árbol damagua y la golpean para suavizarla. En la actualidad, innovan sus diseños y tintes para la comercialización. Otras técnicas requieren gran paciencia: para hacer una canoa esperan quince años hasta que el corazón del árbol que tumbaron esté duro. También la elaboración de ornamentación es una parte importantísima de los saberes ancestrales. Los artesanos del barniz de Pasto mantienen esta técnica prehispánica. Extraen la resina del árbol mopa-mopa que, después de macerada, cocinada, teñida, amasada y estirada se convierte en una delgada lámina elástica. Adhieren varias capas de esta lámina a objetos de madera y luego hacen diseños recortándola con una cuchilla. Esta técnica está en peligro de desaparecer a falta de aprendices. MUChOS obietos a ~ dan a dar continuidad a la cultura a lo largo del tiempo, porque son testigos mudos de la memoria de los pueblos. Por eiemplo, una máscara-elaborada de madera o de diferentes fibras de plantas o de papel-, hace que r. quien la use se transforme en el animal, deidad o personaje representado en ella para lo cual necesita preparar su corazón y su cuerpo durante mucho tiempo. No sólo empleamos la pintura sobre objetos, también pintamos nuestro cuerpo para embellecernos, invocar poderes o distinguirnos. Muchos de los pueblos indígenas de Colombia pintan su cara y cuerpo con tintes naturales, y hacen figuras
geométricas o en forma de serpientes, mariposas, caracoles, osos, pájaros, tigres y hojas, para comunicar su pertenencia a una
familia y a un territorio o para invocar a los espíritus de los animales y plantas que se dibujan o a los espíritus aliados para una curación. La mayoría de estos tintes alejan a los insectos. Para hacerse más atractivos, los hombres y mujeres embera del Chocó se pintan los pómulos y los labios con formas onduladas y espirales de color rojo. Este tipo de expresiones también hacen parte de nuestro patrimonio inmaterial porque son formas de comunicarnos, de sentirnos pertenecientes a un grupo y a un territorio, y porque las aprendemos en la práctica y mediante la palabra, de una generación a otra.
La danza
Al ritmo de la música nuestros cuerpos bailan; así expresamos nuestros sentimientos, invocamos a nuestros santos y dioses,