Agenda Cultural UdeA - Año 2005 NOVIEMBRE | Page 16

ISBN 0124-0854
N º 115 Noviembre 2005 tipo : ¿ Cómo cae una piedra ?, ¿ cómo avanza el agua por un tu bo ?, ¿ cuál es el recorrido de la sangre por el interior del cuerpo ? Este cambio produjo un resultado sorprendente . Mientras que para las preguntas generales sólo se encontraban respuestas limitadas , las preguntas limitadas empezaron a sugerir respuestas cada vez más generales . Lo mismo ocurre con la ciencia en la actualidad . La capacidad de juzgar qué problemas han madurado para proceder a su análisis , de decidir cuándo es posible explorar un nuevo territorio , de reconsiderar temas dados por resueltos o insolubles , todo ello constituye una de las mayores virtudes de un científico . La creatividad en el dominio de la ciencia corresponde a menudo a la seguridad de juicio en ese campo . Es muy frecuente que el joven científico sin experiencia , o sin conocimientos , no se dé por satisfecho con problemas restringidos , sino que sólo desee abordar problemas que considera de alcance general . Por su propia forma de proceder . el método científico sólo podía llevar a una fragmentación de la representación del mundo . Cada rama de la ciencia posee unas técnicas y un lenguaje propios . Estudia un campo concreto no necesariamente ligado a otros próximos . Así el conocimiento científico aparece formado por islas separadas . A menudo , a lo largo de la historia de las ciencias , algunos progresos impor • la rn a rar ! n e eo é no r ee y ns ia tantes se deben
a generalizaciones nuevas que permiten unificar lo que hasta entonces parecía constituir campos separados . De esta forma se unificaron la termodinámica y la mecánica , gracias a la mecánica estadística ; lo mismo ocurrió con la óptica y el electromagnetismo gracias a la teoría de Maxwell de los campos magnéticos ; o incluso con la química y la física atómica , unificadas por la mecánica cuántica . Sin embargo , pese a todas las generalizaciones , en el conocimiento científico existen amplias lagunas que corren el riesgo de perdurar por mucho tiempo . En su esfuerzo por cumplir su función y poner orden al caos del mundo , los mitos y las teorías científicas operan según un mismo principio . Se trata siempre de explicar el mundo visible mediante fuerzas invisibles , de articular lo que se observa con lo que se imagina . Los rayos de tormenta pueden considerarse como la expresión de la cólera de Zeus o como un fenómeno electrostático . En una enfermedad puede verse el efecto de un conjuro dañino o de una infección microbiana . Pero , en cualquier caso , explicar un fenómeno equivale a considerarlo como el efecto visible de una causa oculta , ligada al conjunto de fuerzas invisibles que parecen regir el mundo . Ya sea mítica o científica , la representación del mundo que construye el hombre siempre deja un amplio margen a su imaginación . Pues , contrariamente a lo que se suele creer , el proceso científico no sólo