Agenda Cultural UdeA - Año 2005 MARZO | Page 13

ISBN 0124-0854
N º 108 Marzo 2005 moda se había vuelto muy seria y funcional, esto se debía por un lado a la escasez de materiales durante la guerra y por otro a la influencia militar.
� Aunque los pantalones estaban mal vistos en la ciudad, la mujer de mundo ya llevaba trajes de esquí de dos piezas, que aunque eran anchos y cómodos, destacaban la silueta, y el cinturón subrayaba el talle.
� El denominado vestido princesa contribuyó decisivamente a extender el nuevo ideal de figura. Era de una pieza, estrecho y cerrado hasta arriba, y llegaba a la pantorrilla. Si se llevaba por la noche, podía tener un escote profundo, y a veces terminaba en una pequeña cola.
� Con la aparición del cine sonoro, este medio se convirtió el el transmisor de la moda más importante. Las actrices de los años treinta presentaban otro estereotipo de mujer, distinta a la de la década anterior, muy maquillada y con una gestualidad exagerada. Las imágenes ideales venían encarnadas por actrices como Greta Garbo, misteriosa e inabordable, así como Marlene Oietrich, Joan Crawford, Jean Harlow, Vlvien Leigh o Ginger Rogers.
� Triunfan: Coco Chanel, Nina Ricci, Eisa Schiaparrelli, Augusta Bernard.

1940

� Esta es la década de la guerra y eso se deja ver en la moda: los tejidos se vuelven pobres, las chicas visten con uniformes de ciudad, trajes de chaqueta, con el mínimo de tela. El largo se eleva por debajo de la rodilla y se popularizan los pantys, pero aún son muy escasos. Surgen prendas con doble uso, por medio de accesorios, que hacen que un vestido pueda ser de calle o de fiesta según la ocasión. Los zapatos topolino, de corcho y los gorritos diminutos y muy sencillos o simplemente pañuelos a la cabeza.
� Es la década de: Christian Dior, Pierre Balmain, Hubert Givenchy, Cristóbal Balenciaga, Jacques Fath.

1950

� En esta década vuelve el esplendor, triunfa el " New look " de Christian Oior. LA silueta se vuelve a forzar con una cintlJra muy estrecha-la mujer avispay, por contraste, mucho volumen en hombros, pecho y en la falda que aumenta su vuelo, y se mantiene por debajo de las rodillas. Las mujeres estaban hartas del estilo masculino y vuelven las curvas. Comienza el culto a la belleza.
� Los zapatos se estilizan y son más puntiagudos, abrigos de paño, bolsitos al codo, y las más elegantes sombrero o pamela.