Agenda Cultural UdeA - Año 2005 JUNIO | Page 33

ISBN 0124-0854
N º 111 Junio 2005
Carlos Gardel, Raúl lriarte, Armando Moreno y Pepe Aguirre. Un disco que revolucionó el tango en Colombia fue Lejos de t ~ uno de los tangos más importantes de Colombia. Casi nadie cree que sea del país, muchos lo asimilan de inmediato a Buenos Aires. Pero lo más gracioso del caso es que cuando se grabó en 1959 con el acompañamiento del cuarteto Los cabal / eros del tango y la voz del argentino Raúl Garcés no pasó nada, no se vendió. Sólo cinco años más tarde los dueños de un taller de reparación de pianos traga níquel compraron esos " huesos " y los pusieron en las radiolas que arreglaban. Qué sorpresa cuando al sonar estos aparatos se escuchó en todo Medellín y luego en el resto dei continente: Hoy que la lluvia entristeciendo está la noche } y las nubes en derroche tristemente veo pasar, viene a mi mente la que lejos de mi lado, el cruel destino ha posado sólo por verme llorar, Ya veces pienso que es tal vez mi desventura, la causa de esta amargura que no puedo soportar, quiero estar aliado de ella para decirle que es bella, para decirle que nunca podré dejarla de amar. Pero estoy lejos de t ~ sin saber cómo estarás ¡ si estarás pensando en mí o no me recordarás. Sólo sé que yo te quiero con una inmensa pasión y que mi más grande anhelo es que no olvides mi corazón Hubo algunos cantores criollos que hicieron buenas migas con el tango y dejaron algunas muestras de ello, recordamos a Carlos Julio Ramírez, José Barros, Oscar Agudelo, Noel Ramírez, El Caballero Gaucho( Luis Ramírez), Aura Cardozo, Alfonso Galdini
( imitador de Magaldi, quien formó un dueto con Miguel Ángel Nava llamado Galdini- Nova), El Pibe Campos, Bernardo Saldarriaga, Alberto Rossi y María Alba, entre tantos otros... Un comentario ofensiuo " Sospechamos-dice Bernardo Echeverri, en una revista de aficionados de tango de. Calique las circunstancias socio-culturales y económicas han sido la incubadora en que se crió nuestra tangolilia colombiana, lastrada por una especie de desconcertante, discordante y disonante caos melomaníaco, que lleva a delirar lo mismo con una pieza maestra del Gardel como Cuesta abajo ¡ Volvero Soeded, que con cualquiera de los desastrosos pasodobles interpretados por Enrique Rodríguez y su Orquesta; con una insignificante rancherita cuyo único mérito es ser paisana del tango; o en últimas, con cualquier foxecito inocuo y desabrido de esos que plagan las mezquinas frecuencias de la tanguedia nacional. La confusión melomaníaca es la enfermedad de los coleccionistas tradicionales de tango. Su labor carece de tamiz salvo para filtrar las manifestaciones de las extraordinarias corrientes renovadoras del tango de mediados de los 40. Esta enfermedad del coleccionista se vuelve fanatismo feroz cuando con i racu nda tozudez pretende oponer a las ambiciosas y formidables innovaciones de Salgán, Piazzoila, Pugliese o Stampone, los machacones sonsonetes en 2x4 de Rodolfo Biagi. Por fortuna, el tango es tan rico y caudaloso en virtudes melódicas, armónicas y