ISBN 0124-0854
N º 111 Junio 2005
Colombia llegaban muy esporádicamente porque Odeón que era la empresa para la que grababa no enviaba sus discos por estos contornos. De sus contemporáneos era muy conocido su paisano Agustín Magaldi, casi siempre en su dueto con Pedro Nada. Otro de los cantantes pregardelianos fue el barítono Canaro Juan Pulido, quien hasta de charro se vestía y dramatizaba a veces hasta la exageración los tangos, que eran arrabaleros, de muerte, desengaño, borracheras y amores idos. Los primeros tangos que aquí se hicieron, datan de fines de la década de 1910, y fue el dueto de Wills y Escobar el que recorrió el continente con sus canciones. Viajaron a Argentina, donde ya existían algunos grupos colombianos denominados: Los Antioqueños, Conjunto Bogoti, Lira Payanesa, quienes interpretaban con predilección tangos, como si fueran de allá. Al regresar Wills y Escobar, trajeron estas experiencias y untaron por primera vez-creo yoa los colombianos de tango porteño. En los días de su llegada, un poeta bogotano les dio la letra de una danza que se llamó Ribereña, y que en algunos apartes dice: " Lúbrico tango, vibrante / de alegre y ágil compás,/ llevas airoso y radiante / el calor por donde vas;/ soberano de placeres / estallan, ante tu ardor! en caricias las mujeres / y los hombres en amor ". Surgieron tangos, apasillados o abambucados, tales como: Bogotanita de Diógenes Chávez Pinzón, Única flor de Cipriano Guerrero, Barranquillerita, anunciado como tango criollo de Gabriel Escobar Casas, Qué
mujeres de Jerónimo Velasco, y Dolor que canta de Luis A. Calvo. El fenómeno Gardel Gardel grabó seis canciones colombianas, el pasillo Mis flores negras, los bambucos Asómate a la ventana, Tras las verdes colinas, Mis perros, El vagabundo, y el tango El brujo, que aunque no fue hecho en Colombia, su letra la escribió el poeta y escritor bogotano Eduardo Carrasquilla Mallarino( prestigioso periodista que colaboró en Caras y Caretas, fue corresponsal en Europa y publicó algunos libros). Este tango fue musicalizado por Juan Carlos Bazán, y obtuvo el primer premio en el concurso de los discos " Nacional " de 1925 en Argentina: Una vez, en momentos de encanto, una bruja, de amor me embrujó; con sus ojos tan grandes y llenos de fuego, más fuerte, que el fuego del sol. Los primeros colombianos Como ya se estaba volviendo pegajoso este aire, los colombianos comenzaron a componer más en serio tangos. Letra y música eran enviados a Estados Unidos y Argentina, y este país comenzaba a perfilarse como centro de grabaciones de las principales marcas de discos. Uno de los primeros tangos enviados al extranjero con letra y música de colombianos, fue La demanda, con letra del antioqueño Santiago Vélez Escobar, alias Caratejo y música del caldense Rafael Moncada. Fue enviada a Hollywood y se grabó el 22 de marzo de 1933 por el misterioso dueto de L. Posada y El Payador Argentino, quienes no eran otros que Lupe Posada y Luis Valente: A tus plantas me arrodillo señor juez, a demandar a este pícaro