ISBN 0124-0854
N º 112 Julio 2005 equipos más poderosos , pero seguía condenado a perder . Por fin , en 1845 , el club ganó el trofeo de Río y rompió la maldición . Había salido campeón , por última vez , en 1834 . Once años de sequía : -Dios nos hizo un descuentito -declaró el presidente . Tiempo después , en 1853 , el que estaba con problemas era el Flamengo , el club más popular de Río de Janeiro y de todo el Brasil , el único que , juegue donde juegue , juega siempre de local . El Flamengo llevaba nueve años sin ganar el campeonato . La hinchada , la más numerosa y fervorosa del mundo , se moría de hambre . Entonces un sacerdote católico , el padre Goes , garantizó la victoria , a cambio de que los jugadores asistieran a su misa , antes de cada partido , y rezaran el rosario de rodillas ante el altar . Así , Flamengo conquistó la copa tres años seguidos . Los clubes rivales protestaron ante el cardenal Jaime Cámara : el Flamengo estaba usando armas prohibidas . El padre Goes se defendió alegando que él no hacía más que alumbrar el camino del Señor , y continuó rezando a los jugadores su rosario de cuentas rojas y negras , que son los colores del Flamengo y de una divinidad africana que al mismo tiempo encarna a Jesús y a Satanás : Pero al cuarto año , el Flamengo perdió el campeonato . Los jugadores dejaron de ir a misa y nunca más rezaron el rosario . El padre Goes pidió ayuda al Papa de Roma , que no le contestó . El padre Romualdci , en cambio , obtuvo permiso del Papa para hacerse socio del Fluminense . El cura asistía a todos los entrenamientos . A los Jugadores no
les caía nada bien . Hacía doce años que el Fluminense no ganaba el trofeo de Río y era de mal agüero este pájaro de negro plumaje parado a la orilla de la cancha . Los jugadores lo insultaban , ignorando que el padre Romualdo era sordo de nacimiento . Un buen día , el Fluminense empezó a ganar . Conquistó un campeonato , y otro , y otro . Los jugadores ya no podían practicar si no lo hacían a la sombra del padre Romualdo . Después de cada gol , le besaban la sotana . Los fines de semana , el cura asistía a los partidos desde el palco de honor y balbuceaba quién sabe qué cosas contra el juez y los rivales .
Garrincha
Alguno de sus muchos hermanos lo bautizó
Garrincha , que es el nombre de un pajarito