Agenda Cultural UdeA - Año 2005 JULIO | Página 18

ISBN 0124-0854
N º 112 Julio 2005 sistematizara. En la década del 50, los ritmos que en forma general se escuchaban en Brasil eran el rack-balada, el cha-cha-cha, el bolero y el samba más tradicional. Los jóvenes de la clase media carioca, cansados de estas propuestas, se volcaron al jazz como una manera de satisfacción musical. Estos jóvenes, casi todos de la zona sur de Río de Janeiro, se reunían en sus apartamentos para escuchar discos llegados desde los Estados Unidos y también para intentar nuevas formas musicales. Esto ocurría sobre todo en casa de las hermanas Danuza y Nara l. eáo. Entre los que se reunían estaban Antonio Carlos Jobim, Carlos Lyra, Milton Banana, Ronaldo Bóscoli, Roberto Menescal y los ya mencionados y más adultos Johny Alf y Vinícius de Moraes, entre otros. Conviene recordar que esas inquietudes musicales se manifestaban en un momento muy particular de la historia brasileña, cuando el presidente Juscelino Kubitschek imponía un clima de euforia nacionalista al tiempo que impulsaba el desarrollo y la modernización del país. Fue el mismo Kubitschek quien, junto con los arquitectos Lúcio Costa y Oscar Niemeyer, levantó la ciudad de Brasilia en cuatro años, para instalar la nueva Capital. Lo cierto es que en aquellas reuniones musicales surgieron los primeros proyectos. En uno de ellos trabajaron en forma conjunta Jobim y Vinícius, quienes después de Orfeu da Conceicao habían descubierto sus afinidades estéticas. Elizete Cardoso por entonces una verdadera diva del espectáculo grabó, entre
marzo y abril de 1958, el álbum Cancáo de Amor Demais, para el sello Festa. Todas las canciones fueron compuestas por Jobim e Vinícius y entre ellas figuraban: Chega de Saudade, Serenata do Adeus, Outra Vez, Estrada Branca y Luciana. En algunos temas, el guitarrista era un bahiano poco conocido hasta entonces:. Joáo Gilberto( do Prado Pereira de Oliveira). Su manera de tocar cambió la historia: con la guitarra alteraba el ritmo del samba clásico y lo convertía, con una nueva división en algo totalmente diferente. Ese rasgueo, esa célula que parecía algo independiente del resto de la masa orquestal, habría de constituirse en el marco del moderno samba brasileño, la onda nueva, la bossa nava. A partir de ese momento, algunos músicos se movieron para permitir que. Joao Gilberto pudiera grabar. Superando la resistencia de algunos empresarios, Gilberto registró para la Odeon su primer disco como cantante. Fue un 78 RPM con Chega de Saudade, de Antonio Carlos Jobim y Vinícius de Moraes, en una de las caras, y 8im-Bom, del propio intérprete, en la otra. Esto ocurrió el 10 de julio de 1958. Unos meses después, el 10 de noviembre, registraba su segunda placa con Desafinado, de un lado y Oba La La del otro. En diciembre de ese mismo año, Chega de Saudade se había convertido en gran éxito en Sáo Paulo, primero, y después en Río de Janeiro. Había nacido la bossa nava. El público, y también los intérpretes y compositores, no tardaron en advertir que. Joao Gilberto desataba la revolución total. Su