Agenda Cultural UdeA - Año 2005 DICIEMBRE | Page 7

ISBN 0124-0854
N º 117 Diciembre 2005
esperó que el disco de la luna fuera perfecto . Luego , en la tarde , se purificó en las aguas del río , adoró los dioses planetarios , pronunció las sílabas lícitas de un nombre poderoso y durmió . Casi inmediatamente , soñó con un corazón que latía . Lo soñó activo , caluroso , secreto , del grandor de un puño cerrado , color granate en la penumbra de un cuerpo humano aún sin cara ni sexo ; con minucioso amor lo soñó , durante catorce lúcidas noches . Cada noche , lo percibía con mayor evidencia . No lo tocaba : se limitaba a atestiguarlo , a observarlo , tal vez a corregirlo con la mirada . Lo percibía , lo vivía , desde muchas distancias y muchos ángulos . La noche catorcena rozó la arteria pulmonar con el índice y luego todo el corazón , desde afuera y adentro . El examen lo satisfizo . Deliberadamente no soñó durante una noche : luego retomó el corazón , invocó el nombre de un planeta y emprendió la visión de otro de los órganos principales . Antes de un año llegó al esqueleto , a los párpados . El pelo innumerable fue tal vez la tarea más difícil . Soñó un hombre íntegro , un mancebo , pero éste no se incorporaba ni hablaba ni podía abrir los ojos . Noche tras noche , el hombre lo soñaba dormido . En las cosmogonías gnósticas , los demiurgos amasan un rojo
Adán que no logra ponerse de pie ; tan inhábil y rudo y elemental como ese Adán de polvo era el Adán de sueño que las noches del mago habían fabricado . Una tarde , el hombre casi destruyó toda su obra , pero se arrepintió . ( Más le hubiera valido destruirla .) Agotados los votos a los númenes de la tierra y del río , se arrojó a los pies de la efigie que tal vez era un tigre y tal vez un potro , e imploró su desconocido socorro . Ese crepúsculo , soñó con la estatua . La soñó viva , trémula : no era un atroz bastardo de tigre y potro , sino a la vez esas dos criaturas vehementes y también un toro , una rosa , una tempestad . Ese múltiple dios le reveló que su nombre terrenal era Fuego , que en ese templo circular ( y en otros iguales ) le habían rendido sacrificios y culto y que mágicamente animaría al fantasma soñado , de suerte que todas las criaturas , excepto el Fuego mismo y el soñador , lo pensaran un hombre de carne y hueso . Le ordenó que ño débil , iso conxhortae ira le Iglnosa ter un Inferior : I viento a enorde traas que y casi es que tarea , iñco en rtas de r graminurcibía lo , tal cias y dice y isfizo . , invoprinera , pero he , el e no polvo de , el alido ajó a desula : uras os le yen imaego que una vez instruido en los ritos , lo enviaría al otro templo despedazado cuyas pirámides persisten aguas abajo , para que alguna voz lo glorificara en aquel edificio desierto . En el sueño del hombre que soñaba , el soñado se despertó . El mago ejecutó esas