ISBN 0124-0854
N º 109 Abril 2005 del camino ; amortajado en su armadura , a merced de los cuervos . Quede para los muertos el cuidado de enterrar a sus muertos . Si alguno intenta durante la marcha tocar pífano o dulzaina o caramillo o vihuela o lo que fuere , rómpele el instrumento y échale de filas , porque estorba a los demás oír el canto de la estrella . Y es , además , que él no la oye . Y quien no oiga el canto del cielo no debe de ir en busca del sepulcro del Caballero . Te hablarán esos danzantes de poesía . No les hagas caso . El que se pone a tocar su jeringa - que no es otra cosa que la " syringa " debajo del cielo , sin oír la música de las esferas , no merece que se le oiga . No conoce la abismática poesía del fanatismo , no conoce la inmensa poesía de los templos vacíos , sin luces , sin dorados , sin imágenes , sin pompas , sin aromas , sin nada , de eso que llaman arte . Cuatro paredes lisas y un techo de tablas : un corralón cualquiera , Echa del escuadrón a todos los danzantes de la jeringa . Échalos , antes de que se te vayan por un plato de alubias . Son filósofos cínicos , indulgentes , buenos muchachos , de los que todo lo comprenden y todo lo perdonan . Y el que todo lo comprende no comprende na da , y el que todo lo perdona nada perdona . No tienen escrúpulo en venderse . Como viven en dos mundos pueden guardar su libertad en el otro y esclavizarse en éste . Son a la vez estetas y perezistas o lopezistas o rodríguezistas . Hace tiempo se dijo que el hambre y el amor son los dos resortes de la vida humana . De la baja vida humana , de la vida de tierra . Los
danzantes no bailan sino por hambre o por amor ; hambre de carne , amor de carne también . Échalos de tu escuadrón , y que allí , en un prado , se harten de bailar mientras uno toca la jeringa , otro da palmaditas y otro canta a un plato de alubias o a los muslos de su querida de temporada . Y que allí inventen nuevas piruetas nuevos trenzados de pies , nuevas figuras de rigodón . y si alguno te viniera diciendo que él sabe tender puentes y que acaso llegue ocasión en que se deba aprovechar sus conocimientos para pasar un río , cochina literatura , aliada natural de todas las esclavitudes y de todas las miserias . Los esclavizadores saben bien que mientras está el esclavo cantando a la libertad se consuela de su esclavitud y no piensa en romper sus cadenas . Pero otras veces recobro fe y esperanza en ti cuando siento bajo tus palabras atropelladas , improvisadas , cacofónicas , el temblar de tu voz dominada por la fiebre . Hay ocasiones en que puede decirse que ni están en un lenguaje determinado . Que cada cual lo traduzca al suyo . Procura vivir en continuo vértigo pasional , dominado por una pasión cualquiera . Sólo los apasionados llevan a cabo obras verdaderamente duraderas y fecundas . Cuando oigas de alguien que es impecable , en cualquiera de los sentidos de esta estúpida palabra , huye de él ; sobre todo si es artista . Así como el hombre más tonto es el que en su vida no a hecho ni ifuera con él ! iFuera el ingeniero ! Los ríos se pasarán vadeándolos , o a nado , aunque se ahogue la mitad de los