Agenda Cultural UdeA - Año 2004 OCTUBRE | Page 16

ISBN 0124-0854
N º 104 Octubre 2004 que enmarcarse en la reparación de los derechos de quienes han sido objeto de tal vulneración y, también, en medidas que propendan por la protección de los derechos de los ciudadanos. Para el caso del desplazamiento es fundamental la acción de prevención y, con ella, el horizonte de una solución política al conflicto armado. En sentido complementario, se debe reconocer al desplazado como ciudadano, lo cual se inscribe en el marco de actuación de sujetos con plenos derechos que requieren reparación, protección y garantía por parte del Estado. Por eso, en los programas de atención, la participación y la organización de los desplazados son vitales para incidir en las decisiones que los afectan y, a la vez, para lograr una atención efectiva( 12) y sostenible. Este reconocimiento por parte del Estado y de las instituciones de los desplazados como actores sociales y políticos es más que ser consecuente con el marco Constitucional, en la medida en que se acepta el derecho a la participación política de los ciudadanos desplazados. El papel activo que desempeña un actor social y político tiene como horizonte " ampliar su libertad constituyéndose en sujeto en el mundo social, con capacidad de acción crítica ante el mundo, así como frente a los mecanismos de racionalización que pueden amenazar tal mundo social "( 13). La participación política involucra al individuo y a su colectivo, lo interroga por los objetivos que busca, los obstáculos que pueden presentarse y las líneas de acción para
enfrentarlos. En un contexto democrático esta participación se traduce en el ejercicio que sujetos y comunidades realizan de su autonomía. Esto podría lograrse recurriendo a la misma lógica de derechos, si se avanza en la superación del asistencialismo vinculado a proyectos enmarcados en perspectivas reactivas y coyunturales. Situación que se concreta en que " no está garantizada la atención de post-emergencia inmediatamente después de los tres o seis meses en materia de estabilización económica y social "( 14). La atención, a pesar de enmarcarse en los derechos, en la práctica atiende emergencias y se restringe al hecho puntual del desplazamiento( 15), sin avanzar de manera significativa en la solución de la situación del desplazado. Por esto, " para garantizar la integralidad se hace necesario balancear los distintos componentes, y hacer efectivo el principio según el cual ante todo es más importante tratar de garantizar y proteger los derechos de la población y evitar su desplazamiento, que atender de manera remediallos efectos del mismo mediante la atención en la emergencia y la postemergencia "( 16). La búsqueda de salidas integrales al desplazamiento incluye no sólo la perspectiva de actores sociales y políticos. También es conveniente redefinir la " comunidad sujeto-objeto " de la atención como población afectada por el desplazamiento, de manera que incluya a quienes se desplazan ya las personas de los lugares a los cuales llegan los desplazados.