ISBN 0124-0854
N º 105 Noviembre 2004 divinidades, y su éxito fue imparable inclusive con la llegada del cristianismo. Resistiría hasta el siglo VI, cuando en el año 535 su culto fue prohibido por Justiniano. El último dios de la " triada alejandrina " fue Horus, hijo de Isis y Osiris. Osiris, tras ser asesinado por su hermano 5eth, resucitó y tuvo con Isis a su hijo Horus. Éste posteriormente vengó a su padre y mató a Seth. Para los alejandrinos y los griegos, Horus fue asimilado con Apolo. Fue conocido también como Harpócrates entre griegos y romanos, que lo representaron como un niño con el dedo en los labios. Los tres dioses, a veces por separado, y otras como conjunto, se esparcieron por todo el Mediterráneo y Europa, y llegaron a decir los romanos: " Una vez fueron dioses egipcios, ahora son romanos ". Otro dios alejandrino fue Hermanubis, asociación de Hermes y Anubis. Sin embargo este dios no tendría tanta importancia en el Imperio como los anteriores. Entre las asimilaciones de ambos panteones, destaca la de Afrodita con Hathor. Pan con Min, Hera con Mut, Prometeo con Nefertum, Helios con Ra... Pero fue Dionisio, dios del vino, el dios griego más aceptado por los alejandrinos. Al contrario de la mayoría de los dioses griegos, Dionisio fue adorado con su nombre griego, sin asociarlo a ninguna deidad egip cia. Era el dios preferido de Alejandro Magno, quien, al igual que su madre Olimpia, participaba en las celebraciones dionisiacas. Los reyes de la dinastía Ptolomea o Lágida, considerándose sucesores de Alejandro, fomentarían el culto
al dios. Su procesión, celebrada en su honor por Ptolomeo Philadelpho, revelaba la suntuosidad de los fastos de Alejandría.
Una dinastía divina
No hay que olvidar el culto a los soberanos, que eran divinizados tanto por su lado griego considerándose sucesores de Alejandro( y por lo tanto de Zeus), como por el lado egipcio, ya que no renunciaban a descender de los antiguos faraones. Así, Arsinoe II Philadelphia fue divinizada tras su muerte por Ptolomeo 11, y honorada en su templo, el Arsinoeion. Los Ptolomeos, al proclamarse semidioses, no se casaron con mujeres de fuera de la familia( lo que les llevó inclusive a casarse con sus hermanas), tradición que sólo fue rota por Cleopatra VII, pero ya era