ISBN 0124-0854
N º 101 Julio 2004 otras limitaciones en términos de conocimiento y control de calidad, más la falta de unos marcos legales apropiados se constituyen en factores que frenan la competitividad de las industrias culturales en muchos países. Argumentar que la autorregulación de los mercados por sí sola logrará, en algún punto, garantizar un justo desarrollo del comercio internacional de productos culturales, es soñar. Hasta ahora, los mercados no parecen capaces de garantizar la diversidad de elección, el acceso de todos y una competencia justa. Por eso, a los tratados internacionales deben unirse medidas nacionales cuyo punto de partida lo brinda un análisis profundo de las industrias autóctonas, para detectar fortalezas y debilidades y elaborar un com) pléto plan de acción. De éste se desprenden acciones de capacitación, promoción, y adopción de leyes ~. que protejan los derechos de autor, así como un permanente apoyo institucional a la industria cultural. Y ahí apenas comienza.)
No. tas:
( 1) fstudio sobre flujos internacionales de bienes culturales, 1980.98, París, UNESCO, 2000
( 2)' La ofra abarca las ventas en más de setenta países, según los datos anuales de la Federación internacional de la industria fonográfica, IFPI. \\% W, ifpi. org
( 3) Se refiere a películas, música, programas de televisión, libros, periódicos y software
( 4) Libro anual de estadística, 1995, Estrasburgo, Observatorio europeo ", de audiovisuales, 1995,,.
( 5) The Economist, noviembre 21 de 1998 e., El presente artículo fue traducido de Cultura, comercio y globalización. Preguntas y respuestas. Página web de la UNESCO www. unesco. orglculture / industries, ltrade