ISBN 0124-0854
N º 94 Noviembre 2003 opresión como fenómeno histórico cultural. En La Española, escenario del primer choque entre la sociedad agredida y la agresora, fue donde se Durante la opresión conquistadora y luego en la lucha que comenzó con la colonia, se sentaron también las bases para una nueva cultura, una l que iba contra la corriente, que resistía dieron las novedosas expresiones de esa filosofía y de esa práctica de la resistencia. Los caciques Caonabo, Cotubanama y la primera mujer india que recuerda la historia, la cacica Anacaona, poetisa y jefa espiritual de la región xaragua, opusieron a las armas españolas toda la fuerza de la cultura y la rebelión indígenas, en combates donde miles de indios se enfrentaron a los arcabuces, perros y caballos de los conquistadores. En Cuba, el cacique indio Hatuey prefirió morir en la hoguera antes que aceptar la religión cristiana, ya que de acuerdo con la misma, sus propios victimarios gozarían de la vida eterna que a él se le prometía. Hatuey simboliza, por tanto, la expresión más clara de autoafirmación y resistencia de la raza sometida. El vacío dejado por los indios sería ocupado por los millones de hombres arrancados de África, en el marco del comercio triangular emprendido por las metrópolis europeas. Por espacio de casi tres siglos, hombres-mercancías, cambiados por baratijas en los mercados de la costa de Guinea y condenados al trabajo forzado, contribuyeron a la acumulación de
capital en las metrópolis. Como dice Eric Williams: " Las islas de las Indias Occidentales se • convirtieron en el eje del Imperio Británico, era de inmensa importancia para la grandeza y la prosperidad de Inglaterra. Y fueron 105 negros esclavos quienes hicieron de estas colonias azucareras las más preciosas colonias en 105 anales del imperialismo e..) El Imperio Británico era una grandiosa superestructura de comercio americano y poderío naval colocada sobre una base africana." El africano, hombre objeto y mercancía, sería vendido en las islas. Separado de sus antepasados, alejado de sus costumbres tribales y de sus manifestaciones lúdicras, fue sometido desde el primer momento a un proceso de desculturación, el cual, según Moreno Fraginals, consiste en " un proceso consciente mediante el cual-con fines de explotación económica- se procede a desarraigar la cultura de un grupo humano para facilitar la expropiación de las riquezas naturales del territorio en que está asentado y / o para utilizarlo como fuerza de trabajo barata no