Agenda Cultural UdeA - Año 2003 NOVIEMBRE | Page 18

ISBN 0124-0854
N º 94 Noviembre 2003 puertorriqueños ! Eran los hermanos yala de Loiza Aldea , descendientes de una vieja familia llegada del África tropical , que desde hacía siglos tocaban y bailaban la bomba . Saqué una conclusión hipotética : las danzas caribeñas y su música inspiradora muestran rasgos , caracteres simbólicos y determinados componentes comunes de inspiración africana . No es ociosa entonces la aspiración de mostrar algunos rasgos simbólicos comunes de las danzas de estos pueblos , constituidos a partir del mestizaje progresivo . Sin la pretensión de arribar a conclusiones definitivas ni absolutas en tema tan intrincado , expondremos una síntesis de rasgos danzarios de homogeneidad simbólica caribeña . En los bailes africanos y afrocaribeños el danzante utiliza todas las partes de su cuerpo . El ritmo marcará cada movimiento , paso , giro , figura , cambio de actitud . La música y la danza forman una unidad indisoluble en el arte afroamericano y así es asumido por los danzarines caribeños . Fernando Ortiz , al referirse a este tema , manifiesta que la música les " entra por todas partes , por la cabeza , por los oídos , por los ojos , por la boca , por el cuello , por los brazos , por los pies , por las caderas , por el ombligo , por los pelos , por las nalgas ... por todos los sentidos , nervios y músculos ". Y resume : " Los negros bailan con todo el cuerpo poniendo en movimiento hasta los párpados y la lengua ". El bailarín es también actor pasajero
y desarrolla una pantomima tradicional heredada de sus antepasados . Los bailes caribeños son piezas dramáticas o cómicas donde el gesto , la intención y determinados signos corporales expresan viejas historias muchas veces nacidas en el Africa ecuatorial o austral y reinterpretadas en el Nuevo Mundo . El danzante afrocaribeño refleja en su rostro estados de ánimo y lo logra con la elocuencia de la gestualidad : actitudes que semejan a un demente embravecido , a un guerrero , a un niño juguetón . Es frecuente observar la representación del amor o la alegría en estos bailarines , que suelen representar a un santo , una loa o una fuerza deificada , que en su momento se les ha subido o montado . Sus movimientos estarán en corresp ondenci a con la función religios a o profana de la danza y con el carácter tradicional de la misma . En el caso de las danzas propias de la regla de ocha , se da el caso de los diferentes caminos del santo , que presuponen toques específicos de los tambores y formas danzarias distintivas ; tal es el caso de Elegua : puede ser un infante travieso y juguetón , o un guerrero , peligroso y temido . Y así lo atestigua la danza en su conjunto con su lenguaje gestual , extensible a