Agenda Cultural UdeA - Año 2003 MAYO | Page 9

ISBN 0124-0854
N º 88 Mayo 2003
Pero el objetivo de la ciencia es el progreso del conocimiento, mientras que la tecnología tiene por objetivo la transformación de la realidad.
De estas distinciones surge la relación entre tecnología y modernidad, es decir entre ambos conceptos y la racionalidad. Esto acentúa ese carácter ineludible que trae consigo la revolución industrial, que dividió al mundo bien pronto, de acuerdo con lo que pensaba Adam Smith, en países industriales y países productores de materias primas, minerales y agropecuarias. Pero la Revolución Industrial, cuya primera etapa se despliega aproximadamente entre 1760 y 1810, no puede ser pensada sino en relación con la revolución burguesa en Inglaterra, porque ésta la había precedido( en sus dos etapas de 1643 y 1688), Y en Francia, porque la gran revolución de 1789 se convertiría en el acontecimiento históricouniversal por antonomasia de los tiempos modernos, la " aurora " de la época moderna como la llamara Hegel en sus Lecciones sobre filosofía de la historia universal.
Aunque la Revolución Francesa no pudo hacer la industrial porque eran pobres y rudimentarias las técnicas del feudalismo. La época moderna en concreto, se origina en precisas circunstancias espacio- temporales( Europa Ocidental, siglos XV y XVI) en el contexto de una civilización cuyo nombre más genérico es el de Occidente. Viene a suceder el milenio dominado por el cristianismo.
Como dominio material de la naturaleza, la racionalización de la actividad económica irá gestando un poder masivo de transformación y se instaura el principio de la técnica racional que, según Weber, se define como "... una aplicación de los medios que conscientemente y con arreglo a un plan está orientada por la experiencia y la reflexión, y su óptimo de racionalidad, por el pensamiento científico ". La racionalización de la técnica( posterior a su diferenciación y previa a su optimización científica) dará lugar al incremento sostenido de su eficiencia y cobertura que se expresará, primero, en la superación de la herramienta por el aparato y la consecuente sustitución del artesa nado por la manufactura y, luego la Revolución Industrial.