Agenda Cultural UdeA - Año 2003 JUNIO | Page 9

ISBN 0124-0854
N º 89 Junio 2003
Lima y le dio jurisdicción sobre toda la América del Sur. El Tribunal comenzó a
funcionar al año siguiente. Un año después se estableció en México, y después en Cartagena, Chile y La Plata.( 3)
La sola Inquisición de Cartagena sería tema de un extenso estudio cuyos mejores materiales se encuentran en el libro de don Toribio Medina. Habiendo pertenecido Cartagena primeramente a la jurisdicción de la Inquisición de Lima, en 1610 se constituyó un tribunal propio, con amplísima jurisdicción sobre el Caribe, comprendiendo " el reino de Nueva Granada y el de Tierrafirme y la Isla Española y todas las Islas de Barlovento y provincias dependientes de la Audiencia de Santo Dominflo, o sean el arzobispado de esta ciudad y el de Santa Fe de Bogota y los obispados de Cartagena, Panamá, Puerto Rico, Popayán, Venezuela y Santiago de Cuba ".( 4)
En junio de 1610 se dirigieron a Cartagena los primeros inquisidores designados, Juan de Mañozca y Pedro Mateo de Salcedo. Con su llegada se abre la historia inquisitorial de Cartagena, pobre en hogueras como rica en castigos menores, tejida de intrigas, y de
disputas con los obispos, de desavenencias entre los inquisidores. El centro de la vida de Cartagena de Indias giraba en torno al obispo y a la Inquisición, con alguna venia para las autoridades civiles. Pero eran los inquisidores los que, acaso para las cosas pequeñas, detentaban mayor fuerza. Sin embargo, el calibre de procesos y procesados es en general anodino y testimonia claramente la decadencia del aparato inquisitorial al entrar en contacto con la tierra americana. Con otros ojos el paisaje de la brujería criolla que nace de las sentinas de los navíos negreros y de las ruinas de los ídolos aborígenes, es tan grandioso como el de la brujería de Europa. Pero, a través de los ojos miopes y malignos de Mañozca y sus sucesores, se empequeñece para quedar reducido a la conseja y al conjuro sin importancia, gracias al empeño de medirlo todo con el viejo cartabón del viejo mundo. " En América-dice Abel Naranjo Villegas- se apaga la Inquisición porque el americano no puede entender una doctrina de caridad que se afianza en la crueldad; perecen las guillotinas, las horcas y los patíbulos porque el americano no entiende la libertad con derechos a quitar la vida "( 5). Para Naranjo Villegas, con razón en muchos aspectos, América es una piedra de toque que reduce a sus justas proporciones la exageración europea. Y uno de estos aspectos