ISBN 0124-0854
N º 89 Febrero 2003 que apenas para 1 971, producto de las luchas indígenas, se afianzó el concepto de Educación Indígena, que permitió implementar programas educativos bilingües en los resguardos, dirigidos a la construcción de una educación propia, que respondiera a sus características socio- culturales y a su cosmovisión, pues hasta entonces los procesos escolares seguían estando en manos clericales y misionales. En 1978, el Ministerio de Educación Nacional expidió el Decreto 1142, que configura el primer marco legal para que los pueblos indígenas pudieran tener una educación intercultural bilingüe. En el contexto internacional, en 1989, el Estado colombiano ratifica el Convenio 169 de la DIT, mediante la Ley 21 de 1991, que obliga al Estado y a sus instituciones a garantizar una educación acorde con las necesidades y las características culturales de cada Pueblo. Finalmente, a partir de la Constitución Política de 1991 y decretos reglamentarios posteriores, se estableció la obligación del Estado de implementar programas especializados para todos y cada uno de los pueblos indígenas de Colombia. Estas políticas y normas avanzan muy lentamente en los niveles de educación preescolar, básica y media, y es muy débil su aplicación en la Educación Superior, tanto en lo relacionado con cobertura( se estima que sólo el ocho por ciento de los estudiantes indígenas bachilleres acceden a la universidad), como en el componente curricular y académico.
Las universidades no pueden mantenerse al margen del mandato constitucional que reconoce el carácter pluriétnico de la nación colombiana. Sin embargo, son pocas las políticas y propuestas que se vienen implementando, que efectivamente reconozcan la diversidad cultural en la vida universitaria. Si bien la Universidad de Antioquia es una de las pocas universidades del país en explorar alternativas de mayor equidad para el acceso de la población indígena a la educación superior, mediante un proceso de admisión diferenciado desde 1983, que le ha permitido incrementar gradualmente el número de aspirantes indígenas admitidos, las cifras en tal sentido son preocupantes. De 434 estudiantes admitidos durante la pasada década( 1994- 2003), sólo se han graduado 36( 8.3 %). Si restamos 262( 60.4 %) que están matriculados actualmente, ¿ qué pudo afectar el desempeño de 136( 31.3 %) estudiantes para que no continuaran sus estudios en la Universidad? ¿ Qué podría estar afectando a quienes están actualmente matriculados, para que culminen satisfactoriamente sus estudios? Sin negar el enorme impacto del fenómeno de marginación que han vivido los pueblos indígenas, al igual que otros sectores de la población colombiana( afrocolombianos, campesinos, habitantes de los barrios populares de las grandes ciudades), y que se expresa en enormes dificultades económicas para sostenerse mientras realizan los estudios universitarios, y en la baja calidad de los procesos de escolarización necesarios para