Agenda Cultural UdeA - Año 2003 JULIO | Page 6

ISBN 0124-0854
N º 89 Febrero 2003 botánico, debemos dejar atrás cualquier intento por entender el descubrimiento de una droga específica como el logro de algún individuo que deambulaba los bosques tropicales y repentinamente encuentra un nuevo medicamento. Por el contrario, trataremos de explicar los logros de los botánicos españoles en términos de un proceso de traducción de una tradición local a un estilo más acorde con la cultura europea de finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. " La adquisición de conocimiento y las prácticas científicas constituyeron, entonces, rutas esenciales para proclamar soberanía sobre el continente americano. Nieto sustenta cómo este proceso no se explica por la relación entre poder y conocimiento, como dos cosas ajenas que pueden interactuar, sino que hay que reconocer el poder mismo como la esencia del conocimiento. Las prácticas científicas conllevan relaciones de poder que constituyen importantes herramientas de dominación; relaciones que determinan y definen conceptos de " superioridad " o " subdesarrollo " y, en consecuencia, justifican el control de unas naciones sobre otras:
" La ciencia y la medicina se han considerado símbolos de una superioridad cultural de los países occidentales sobre el llamado ' nuevo mundo '. Esta idea supone que la ciencia y la medicina son fuerzas históricas necesariamente progresivas, que las colonias tienen la fortuna de haber recibido ' la luz ' de
la ciencia, y que por ello las culturas americanas deben sentirse obligadas y agradecidas con Europa. Los historiadores han celebrado y magnificado los beneficios de dicha herencia, pero los intereses y las razones que permitieron ese proceso de transmisión e implantación de las prácticas científicas y médicas no han sido expuestos cabalmente ". Contribuyendo con discusiones sobre la relación entre ciencia, colonialismo e imperialismo cultural, este autor muestra cómo en América Latina, antes, durante y después del período de la independencia, la ciencia y sus practicantes permanecieron fuertemente apegados a una clase y a una cultura que se identificaba y requería el reconocimiento de los europeos, continuando la práctica de considerar ilegítimos a los saberes locales, mediante un proceso de traducción que a su vez implicaba apropiación y control de todo un territorio, sus pueblos y culturas. Prácticas nativas de conocimiento siguieron siendo lentamente transformadas y sistemáticamente reprimidas, mientras que los claustros universitarios se esforzaron por mantener alejados a quienes tuvieran ancestros negros e indígenas. De esta manera, desde una perspectiva histórica de la ciencia en Colombia, no podría hablarse de independencia, sino de una extensión del período colonial hasta el siglo XX, inclusive. ¿ Qué tan emancipado del pensamiento colonial se encuentra el sistema educativo colombiano actual y, en particular, la universidad pública? Es preocupante observar