ISBN 0124-0854
N º 89 Febrero 2003 otras plantas
Wachanqa: A 3.800 metros de altura, a la sombra y en tierra seca, crece esta planta de la que se utiliza la raíz para atender cálculos biliares y para purgar. La dosis: tomar dos veces al día en infusión, diez gramos para una tasa de agua hirviendo.
Agave: También llamada Aloe, crece en valles y en lugares secos. Sus hojas son el secreto: en jugo sirven para lavar el cabello, purificar el estómago y el intestino, y curar heridas. Para el dolor de cabeza debe ponerse un trozo sobre la frente. En jugo se toman diez gramos diluidos en una tasa de agua hervida dos veces al día.
Parkii: Arbusto de dos metros que crece en valle y cuyas hojas se usan para hacer infusiones en caso de insomnio, y cataplasmas en tratamientos de herpes, heridas e hinchazones. Purifica la sangre, el hígado y el riñón, y sirve para lavar los oídos. Dosis: diez gramos por tasa de agua hervida.
La coca: Representa el primer nivel ecológico, el más bajo. Forma parte de la alimentación, la medicina y la religión indígena, por lo que ocupa un lugar importante en los rituales. Sus propiedades son múltiples: masticar hojas de coca calma el dolor de estómago, ayuda a resistir el hambre, la sed y la somnolencia; una infusión de cinco hojas de coca elimina el " soroche " o mal de altitud y el dolor de cabeza; y en compresas, alivia el dolor de muelas.
Algodón salvaje: La " lana " del algodón se utll ' iza en rituales y representa el primer nivel ecológico. Las semillas asadas y reducidas a polvo sirven para preparar una pomada contra los golpes y los moretones. Sus fibras cicatrizan las heridas, y las hojas-asadas durante largo tiempo y luego preparadas en infusión- se aplican como cataplasmas para los dolores musculares de los nuestros
Tejer la historia El territorio de los muiscas abarcaba las cuencas y valles del rio Bogotá hasta Ten, del rio Negro hasta Quetame, del Guavio hasta Gachalá, de Gargoa hasta Somondoco, de Chicamocha hasta Soatá y del rio Suárez hasta Vélez. No existe un acuerdo sobre cifras de población, pero los conquistadores destacaron la multitud de estos indígenas. Fueron magníficos orfebres, pero su especialidad era el tejido. Adquirían el algodón por trueque con tribus vecinas y las mantas constituían su producción manual más importante. Eran también la base de su vestuario y de su economía: en la ceremonia prenupcial el indígena ofrecía a su pretendida mantas y chicha, los dos principales elementos que permitían sobrevivir en la zona.
Creadores del poporo
De los quimbaya se sabe muy poco, pues desaparecieron hacia el siglo X. Sin embargo, su legado habla por sí solo: fueron los mejores orfebres de América Latina. Eran verdaderos artistas, creadores. Su trabajo: naturalista, con gran vigor y rasgos preciosos. Eran verdaderos geniso en este arte, y la cúspide de su trabajo fueron los poporos: recipientes usados para depositar o guardar la cal o conchas marinas molidas que usaban luego a masticar coca. Su tecnología orfebre y la perfección de sus objetos permiten inferir que se trataba de una cultura avanzada que habitó el amplio valle de medio del río Cauca, región que hoy ocupan Caldas, Quindío y Risaralda.
Cultura de la escultura
La cultura San Agustín se ubicó en el Valle del Alto Magdalena( sur del Huila). Fueron maestros para trabajar la piedra y su estilo conserva un sello propio: la estatuaria agustiniana se caracteriza por su monumentalidad, su rigidez, su entusiasmo, su simetría y frontalidad. Además, el tamaño de la cabeza es comparativamente mayor que el del cuerpo y de las extremidades, de manera que la figura completa no guarda las proporciones reales del ser humano.
Representan principalmente seres antropomorfos y antropozoomorfos. Los primeros se han interpretado como guerreros, sacerdotes y dignatarios de esa sociedad, los segundos como animales simbólicos y algunos de ellos míticos. La talla agustiniana se hacía en piedra andesitica y en tobas, con cinceles y martillos elaborados en piedras más duras y compactas.