Agenda Cultural UdeA - Año 2003 FEBRERO | Page 29

ISBN 0124-0854
N º 86 Febrero 2003 sobre mi futuro, encontré, para mi sorpresa, que estaba disfrutando de la vida más que antes. Empecé a hacer progresos en mi investigación, y me comprometí con una muchacha llamada Jane Wilde, a quien había conocido justo por el tiempo en que mi condición fue diagnosticada. Ese compromiso cambió mi vida. Me dio algo por lo cual vivir. Pero también significó que yo tenía que conseguir un trabajo si nosotros nos casábamos. Por consiguiente, solicité una beca de investigación en el Collegede Gonville y Caius en Cambridge. Para mi gran sorpresa, obtuve la beca y nos casamos unos meses después.
La beca en Caius se ocupó de mi problema de empleo inmediato. Fui afortunado en poder trabajar en la física teórica, porque esa era una de las pocas áreas donde mi condición no sería un impedimento serio. Y fui afortunado en que mi reputación científica fuese aumentando, al mismo tiempo que mi discapacidad se hacía peor. Esto significó que la gente estaba preparada para ofrecerme una sucesión de posiciones donde yo sólo tenía que investigar, sin tener que dar clase.
También fuimos afortunados con el alojamiento. Cuando nos casamos, Jane todavía era una estudiante en la Universidad de Westfield en Londres, por lo cual ella tenía que ir a Londres durante la semana. Esto implicaba que teníamos que encontrar un sitio
donde yo pudiera arreglármelas solo, y que fuera central, porque no podía caminar lejos. Pregunté a la Universidad si ellos podían ayudarnos, pero el entonces tesorero me dijo: " la política de la Universidad es no ayudar a los miembros con el alelamiento ". Por consiguiente, nosotros dejamos nuestros nombres en una lista para alquilar uno de los nuevos apartamentos que estaban construyéndose junto al mercado de la ciudad( años después descubrí que esos pisos eran posesión de la Universidad, pero nun- ca me lo dijeron). Sin embargo, cuando volvimos a Cambridge de una visita a América después del matrimonio, encontramos que los pisos no estaban listos.
Como una gran concesión, el Tesorero dijo que podíamos tener un cuarto en una hostería para estudiantes graduados, y dijo: " Normalmente cobramos por ese cuarto 12 chelines y 6 centavos la noche. Sin embargo, como estarán dos de ustedes en el mismo cuarto, les cobraremos 25 chelines "... Nos quedamos sólo tres noches allí. Entonces encontramos una casa pequeña aproximadamente a cien metros del departamento universitario donde trabajaba. Pertenecía a otra Universidad que lo había prestado a uno de sus miembros. Sin embargo, él se había ido a una casa que había comprado en los suburbios, por lo cual nos subcontrató la casa por los tres meses restantes. Durante esos tres meses, descubrimos que otra casa en la misma calle estaba vacía.