Agenda Cultural UdeA - Año 2003 FEBRERO | Page 18

ISBN 0124-0854
N º 86 Febrero 2003 personas, tomando el relevo de la religión para clasificarlas, ahora entre normales y anormales, capaces e incapaces, humanos y monstruos.
Por lo tanto es necesario curarse de cierto " humanismo " que ve el interés de la ciencia o del poder en los hombres y en sus cuerpos, como una tarea benéfica. No hay que olvidar que: " Los cuerpos no son cosas, sino puntos axiales de haces de relaciones y ellos expresan en esas actividades que suelen ser calificadas como volitivas, inteligentes y afectivas, el entrecruzamiento de dichas relaciones de fuerzas " 11, y que: " El cuerpo humano existe en y a través de un sistema político. El poder político proporciona cierto espacio al individuo: un espacio donde comportarse, donde adoptar una postura particular, sentarse de una determinada forma o trabajar continuamente " 12. Y mucho menos puede olvidarse " que el individuo moderno no es la base atómica de la sociedad ni una ilusión de la economía liberal, sino un artefacto efectivo con un muy largo y complejo proceso histórico” 13.
11 Susana Murillo. El discurso de Foucault: Estado,
locura y normalidad en la construcción del individuo moderno. Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires, 1997, pág. 85
12
Michel Foucault.“ Diálogo sobre el poder”. En estética, ética y hermenéutica, ob. Cit. Pág. 65.
13
Michel Foucault. El yo minimalista y otras conversaciones. Selección de Gregorio Kaminsky( Trad. Graciela Staps). Buenos Aires: La Mirada, 1996, pág. 42.
Para empezar a darle una cierta concreción a este manojo de citas, quisiera hacer un pequeño inventario:
• El hombre moderno es el producto de la disciplina.
• La disciplina es una tecnología compleja que busca extraer del cuerpo todas sus fuerzas y producir hombres dóciles.
• Quienes no se acomodan a las exigencias de la normalidad no pueden ser disciplinados; son excluidos de la sociedad como monstruos, como inútiles, como delincuentes, como locos, como enfermos, y hasta como genios.
• Los discapacitados como tales carecían de derechos porque su cuerpo se resistía a la disciplina.
• Hoy se plantean los derechos de los discapacitados en el amplio horizonte de la crítica a la opresión y a la racionalidad de la modernidad; racionalidad que precisamente la condujo a la irracionalidad.
• La emergencia de los derechos de los discapacitados se presenta en el mismo momento de la emergencia de los movimientos por el reconocimiento de las minorías, que fueron excluidas en la modernidad, y de las diversidades que fueron silenciadas e invisibilizadas.
Para concluir quisiera expresar la alegría que me produce que hoy se haya concretado la