Agenda Cultural UdeA - Año 2003 DICIEMBRE | Page 18

ISBN 0124-0854
N º 86 Febrero 2003 verbena popular en la que se cierra la plaza principal de la capital mientras las orquestas animan la fiesta. Claro que esto sólo dura hasta el 22, porque el 24 está reservado para la familia: la cena es todo un ritual, y es muy común que la reunión sea en casa de los abuelos.
Novena y natilla
Excepto en el Bajo Cauca y en Urabá, la festividad navideña en Antioquia tiene dos ingredientes que no pueden faltar: natilla y novena. Y esta costumbre también se ha extendido al Eje Cafetero, donde las festividades se celebran con algunas diferencias, pero en las que no pueden faltar esos dos elementos. Todavía en muchos lugares se cocina el maíz y se prepara la colada en pailas grandes y en fogón de leña, y las hojuelas y los buñuelos no faltan para acompañar este plato. Alrededor de la natilla, y del pesebre, que también se convirtió en tradición en la zona, se congregan los grandes para enseñarle a los niños a rezar lanovena, de cabo a rabo, con villancico al final y dulces como premio. y es que diciembre es la época del reencuentro: las familias siempre se reúnen por estos días. Tanto así que muchos viajan a su pueblo natal para reunirse con tías y abuelos que se quedaron allí; y hay fiestas del retorno para recibir a todos los que se dejan contagiar por la magia decembrina y vuelven al hogar.
las velitas
En Colombia el día de las velitas es tradicional: en calles, aceras y balcones las familias encienden velas, faroles, flores y otras muchas figuras en honor a la Virgen. En Medellín y Cali se prenden el 7 de diciembre en la noche; en poblaciones de la costa Atlántica como en Sincelejo o Lorica, la Virgen se alumbra en dos ocasiones, el 7 y el 8 de diciembre desde las seis. En Barranquilla, al calor de los tragos, la música y el baile, se encienden las velas en la madrugada del 8 de diciembre, a eso de las cuatro y media de la mañana. En veredas de municipios como Caldono, Mondomo o Silvia, del Cauca, en el amanecer del 8 también ondean banderas blancas para simbolizar el paso de la Virgen por los hogares. Claro que si de ver alumbrados novedosos se trata, el premio se lo llevan dos: Medellín y Quimbaya. En la primera, el color navideño lo diseña Empresas Públicas de Medellín, que cada año, desde enero, comienza a pensar una nueva propuesta. En esta ocasión, por ejemplo, será un bosque encantado para los niños. Ha sido tanta la fama de estos alumbrados, que se han convertido en referencia obligada para quienes pasan la Navidad en tierras paisas, y se han exportado a países como Ecuador y Honduras, y a varias ciudades de Colombia y otros municipios de Antioquia. En Quimbaya, de otro lado, las luces son más artesanales. Allí, desde