ISBN 0124-0854
N º 86 Febrero 2003
mirada de antaño
p o r t o m á s c a r r a s q u i l l a
El gran autor antioqueño, describe en una crónica y una acuarela, escritas hacia 1920, la tradición de la fiesta de Navidad, en un tono de acendrado cristianismo, parte de la veta inspiradora del autor de Santo Domingo
haya el buen sol, alma del orbe! iBien haya diciembre, el mes de la juventud y de la infancia! [ Bien, el fin de año, que trae a los mortales tantas emociones! Pesares, amarguras, inquietudes, nunca jamás faltaron al humano pecho; mas, cuando la naturaleza
Diciembre
Bogotá destella transfigurada en esta apteosis del verano: gloria en la urbe, gloria en los campos, gloria en lo azul, gloria arriba, gloria abajo; milagros de color, sortilegios de luz aquí y allá, mañanas y tardes cristalinas, horas meridianas de valles ardorosos; noches tachonadas y diáfanas, noches de una serenidad que hace creer hasta en el himno de Pitágoras, que convida al corazón y al espíritu a los excelsos recogimientos. iBien
se alegra, el dolor hondo halla consuelos. Se piensa, entonces, que no es un mito la misión depuradora del infortunio. Ved, si no, las caras: en una paz, en otras franco regocijo, dulces melancolías en algunas; pero en pocas los estigmas torturantes del sufrimiento. Y cuenta que este epíloqo de año, a vueltas de sus delicias y fruiciones, trae consigo un orden especial de ansias imposibles, por más que sean legítimas; de añoranzas entrañables, por lo mismo que son santas.