Agenda Cultural UdeA - Año 2003 ABRIL | Page 30

ISBN 0124-0854
N º 86 Abril 2003 autoridad: la enseñanza era fundamentalmente un comentario cuidadoso y elaborado de las afirmaciones del libro sagrado o de los libros filosóficos. El pensamiento era, ante todo, una elaboración racional que partía de la palabra de Dios para construir un sistema teológicofilosófico coherente. La discusión del texto era la forma esencial de aprendizaje, y alrededor de este proceso se desarrollaron muchas de las convenciones básicas del debate intelectual y muchas de las formas literarias apropiadas para la discusión sobre textos: la glosa, el comentario, la nota, la referencia, los sistemas de paginación. Sin embargo, el mundo del libro era extraordinariamente reducido: sólo los clérigos, intelectuales por excelencia, tenían contacto con el mundo de lo escrito. Para la mayoría de la población, la incorporación de la cultura dependía de la transmisión oral y visual: la cultura de la Edad Media es, pese a la importancia del libro para los sacerdotes, una cultura audiovisual. La retórica antigua reconoció que según Cicerón, Simónides consideró " que se fijaba con más eficacia en nuestros ánimos lo que era transmitido e impreso por los sentidos, y principalmente por el de la vista ". En las iglesias y catedrales, el arte es el principal complemento a la comunicación oral y a la voz del sacerdote.
Texto y educación
Sin embargo, la escuela, Que nunca le enseñó a una parte sustancial de la población a leer
textos complejos, ni entre nosotros se convirtió el texto en eje del proceso de aprendizaje, no logra tampoco reemplazarlo, en la escasa medida en Que había entrado a los sistemas de enseñanza. En realidad, la mayoría de la enseñanza primaria se sigue haciendo, como durante cientos de años, verbalmente, mediante la voz del profesor; en secundaria un texto ofrece los contenidos requeridos para cada materia, y en la universidad se combinan las clases magistrales con los cursos en los Que el texto es el material central y con los seminarios o talleres donde, excepcionalmente, el estudiante debe confrontar analíticamente textos diferentes. Aunque en los países de tradición letrada, el libro, como horizonte de comparación y debate, es el núcleo de la enseñanza desde la escuela primaria, acompañado de la escritura autónoma y creadora del alumno, este modelo nunca ha tenido mucho atractivo para nuestros educadores, Que no lo han promovido seriamente. Para ello, habría sido necesario tener libros en las escuelas, colegios y universidades, y sabemos Que ésta es una de las últimas prioridades de nuestros sistemas educativos: ni los directivos ni los profesores han hecho de la dotación de bibliotecas un punto central del diseño de los sistemas educativos. En las universidades, raras veces el presupuesto de las bibliotecas llega al uno por ciento del presupuesto total de la universidad, y la proporción en los colegios y escuelas es inferior.