ISBN 0124-0854
N º 84 Noviembre de 2002 por lo que es . Una campaña de ' limpieza étnica ' empieza con un vecino agrediendo a otro . La pobreza comienza cuando a un solo niño se le niega su derecho fundamental a la educación . Lo que comienza como una falla en la defensa de la dignidad de una sola vida , demasiado a menudo termina como una calamidad para naciones enteras .
En este nuevo siglo , nosotros debemos partir de la comprensión de que la paz no sólo pertenece a los estados o a los pueblos , sino a todos y cada uno de los miembros de esas comunidades . La soberanía de los Estados ya no puede usarse como un escudo para las violaciones de los derechos humanos . La paz debe ser algo real y tangible en la existencia diaria de cada individuo . La paz debe buscarse , sobre todo , porque es la condición para que cada miembro de la familia humana pueda vivir con dignidad y seguridad .
Los derechos individuales no son de menos importancia para los inmigrantes y las minorías en Europa y las Américas , que para las mujeres en Afganistán o los niños en Africa . Son tan fundamentales para los pobres como para los ricos ; tan necesarios para la seguridad del mundo desarrollado como para el mundo en vías de desarrollo .
De esta visión del papel de las Naciones Unidas en el próximo siglo surgen tres prioridades para el futuro : la erradicación de la pobreza , la prevención del conflicto , y la promoción de la democracia . Sólo en un mundo que se libre de la pobreza podrán todos los hombres y mujeres desarrollar hasta el punto máximo sus habilidades . Sólo donde los derechos individuales son respetados , pueden canalizarse las diferencias políticamente y resolverse pacíficamente . Sólo en un ambiente democrático , basado en el respeto hacia la diversidad y en el diálogo , pueden afianzarse la expresión individual y la autonomía , y sostenerse la libertad de asociación .
A lo largo de mi período como Secretario General , he buscado poner a los seres humanos en el centro de todo lo que hacemos , de la prevención de conflictos a la búsqueda del desarrollo y los derechos humanos . Asegurar una mejoría real y duradera en las vidas individuales de hombres y mujeres es la medida de todo lo que hacemos en las Naciones Unidas .
Dentro de este espíritu yo acepto humildemente el Premio Nobel de la Paz en su edición centenaria . Hace cuarenta años , el Premio de 1961 se otorgó por primera
En este nuevo siglo , nosotros debemos partir de la comprensión de que la paz no sólo pertenece a los estados o a los pueblos , sino a todos y cada uno de los miembros de esas comunidades . La soberanía de los Estados ya no puede usarse como un escudo para las violaciones de los derechos humanos . La paz debe ser algo real y tangible en la existencia diaria de cada individuo .