Agenda Cultural UdeA - Año 2002 MAYO | Page 27

ISBN 0124-0854
N º 78 Mayo de 2002 irresponsable inventado por el hombre , con la posible excepción de su colega en la Unión Soviética que probablemente lo reflejaba exactamente . Porque lo que ese plan implicaba era , entre otras cosas , que en caso de guerra nuclear entre ambas naciones , en el espacio de aproximadamente 16 horas explotarían 20.000 ojivas termonucleares sobre la faz de nuestro planeta , lo que no sólo sería la condena a muerte de 250 millones de soviéticos , sino de la humanidad en su totalidad . La segunda cosa que empecé a vislumbrar era que ni en la Unión Soviética ni en los Estados Unidos , ninguno de nosotros entendió nunca las verdaderas consecuencias , porque el cálculo acerca de la efectividad militar del ataque estaba basado en un solo criterio , y éste era el daño directo de la explosión . No se tomaban en cuenta los incendios ; no se tomaba en cuenta la radiación . ¿ Pueden ustedes imaginar eso ? Nosotros nunca entendimos , probablemente nunca nos importó y ciertamente no habríamos podido calcularlo con precisión , los efectos holísticos de 20.000 armas nucleares que explotan casi simultáneamente sobre la faz de la Tierra . Ésa fue la paja que inclinó finalmente mi convicción con respecto a las perspectivas de guerra nuclear , y que me llevó a la convicción de que tenía la responsabilidad inevitable de finalizar eso . ¡ De acabarlo ! Por la gracia de Dios alcancé ese conocimiento y heredé mis responsabilidades en el mismo momento en que la Guerra Fría se estaba acabando y , por
consiguiente , tenía la oportunidad de terminar esa locura . Así que , en esos tres años , hice lo que pude para cancelar todos los programas de modernización nuclear estratégica en mi jurisdicción , que totalizaban 40 mil millones de dólares . Cancelé todos y cada uno de ellos . Recomendé al Presidente que retiráramos el estado constante de alarma nuclear de los bombarderos por primera vez en 30 años , y lo hicimos . Recomendé que aceleráramos el retiro de todos los sistemas que debían ser retirados según todos los acuerdos de control de armas presentes y futuros , y lo hicimos . Además aceleramos el retiro de la fuerza Minuteman II . En definitiva , redujimos los planes de guerra nucleares de los Estados Unidos en un 75 por ciento . Cuando dejé mi cargo , los 12.500 blancos se habían reducido a 3000 . Si hubiera existido un camino y hubiera estado allí por más tiempo , se habrían reducido hasta llegar a cero . Finalmente recomendé el desmantelamiento de mi Comando . Bajé la bandera por última vez con mis propias manos .
La sigilosa re-racionalización de las armas nucleares
Cuando me retiré en 1994 , estaba persuadido de que nosotros estábamos en un camino que era milagroso e irreversible , y que eso nos daba la oportunidad de desarrollar nuevas iniciativas , adquirir un nuevo equema mental , y retomar principios relacionados con la santidad de la vida y el milagro de la