Agenda Cultural UdeA - Año 2002 MAYO | Page 16

ISBN 0124-0854
N º 78 Mayo de 2002
La reacción negativa inicial de la mayoría de las personas en cuanto a la clonación humana tiene una gran importancia. La disciplina filosófica de 2.500 años de antigüedad llamada ética, al igual que otra más nueva denominada bioética, toma en cuenta las respuestas emocionales de los seres humanos normalmente desarrollados cuando tratan de responder a preguntas
Éticas difíciles. Instintivamente, la mayoría tiene la impresión de que la procreación que resulta de una expresión de amor dentro del contexto de una familia constituye algo favorable que debería protegerse. La mayor parte de los individuos creen que la procreación sexual no debería ser reemplazada por alguna tecnología de laboratorio. Todas las culturas cuentan con estándares éticos similares al Cuarto Mandamiento( Honrar a padre y madre) o al Sexto( No cometer adulterio), que le dan expresión a este sentido ético básico y que entorpecen cualquier emulación de lo que hoy llamamos valores familiares. No obstante, las reacciones instintivas y las antiguas normas éticas no lo dicen todo respecto de la ética. No se pueden utilizar antiguos textos fuera de contexto como soluciones rápidas a los problemas técnicos contemporáneos, sin traicionar su contenido y a la vez confundirnos. Aunque nuestra reacción inicial ante una nueva posibilidad científica puede ser desagradable, abundan los ejemplos de cambios que inicialmente causaron una reacción negativa y luego se aceptaron, puesto que producían
consecuencias buenas e importantes. Uno de los roles del eticista o del filósofo moral consiste en considerar todos los aspectos de una situación; consecuencias y circunstancias, propósitos y posibilidades. La ética significa pensar detallada y prolongadamente sobre los asuntos, y no simplemente quedarse estancado en versos relevantes de la Sagrada Escritura o en algunas respuestas instintivas inicialmente importantes.
Expertos en ética en la actualidad
Hoy en día, muchas personas califican como practicantes de la reflexión ética seria. La mayoría de los sacerdotes, pastores y rabinos se consideran a sí mismos eticistas. Los periodistas, por su parte, también se consideran de la misma forma, en especial los encargados de la página editorial. Inclusive los periodistas de medios electrónicos se vuelven eticistas después de que se jubilan( por ejemplo, Walter Chronkite y David Brinkley).
Los doctores son importantes eticistas en nuestra cuhura, diciéndonos cada día, por la televisión o a través de los diarios, cómo vivir, cómo morir, cómo criar a nuestros hijos, qué comer y así sucesivamente. Los lectores de las páginas editoriales no se sorprenden por los comentarios éticos.
Eticistas Religiosos
La mayor parte de los expertos en ética provienen de la religión. Los eticistas del