ISBN 0124-0854
N º 79 Junio de 2002 educación era responsabilidad de los maestros y filósofos. Se excluía a las muchachas del sistema de educación, que estaba diseñado para enseñarles a los muchachos cómo ser hombres. Se esperaba que el estudiante respetara y admirara a su maestro, y que el maestro ganara la devoción y el afecto de su estudiante. Por consiguiente, la relación homosexual entre un maestro y un estudiante era considerada una valiosa parte del proceso educativo. La familia simplemente se necesitaba para la procreación.
La homosexualidad en la antigua Roma Otra gran civilización fue la romana. Este imperio fue influenciado fuertemente por los griegos. Los dioses romanos son prácticamente iguales a los griegos excepto en que sus nombres son latinos. La influencia helenística incluía las actitudes hacia la sexualidad. Se dice que catorce de los quince primeros emperadores eran homosexuales. Durante la República, Cicerón declaró sin que nadie lo contradijera que no hay nada ilegal en el caso de un hombre que lleva a otro al campo con la intención de disfrutar de sus placeres eróticos. Un ciudadano podía tener sexo fácilmente con su
esposa en casa, con un hombre en los baños, con una prostituta en el burdel, con un esclavo en una esquina oscura, y sólo ser criticado si no era capaz de mantener cada cosa en su lugar.
Para los romanos, la evaluación moral de la sexualidad en general, y de la homosexualidad en particular, giraba alrededor de la idea de control. Uno podía disfrutar cualquier tipo de sexo siempre y cuando no se permitiera ser controlado por su compañero. Si una esposa hacía demandas a cambio del sexo, era deshonroso para un varón romano ceder ante sus deseos. Igualmente, si un hombre tenía sexo con otro hombre, no podía concederle a ese hombre privilegios a cambio.
Un importante punto de diferencia entre los griegos y los romanos estaba en su actitud hacia la educación. Mientras que los griegos eliminaban la responsabilidad del padre en la educación del niño, los romanos consideraban que la educación era una responsabilidad primaria de los padres. Al maestro se le veía como una extensión de la responsabilidad paternal de educar al niño, como un delegado del padre. Por consiguiente, a los maestros se les prohibió tener relaciones sexuales con los estudiantes, ya que los padres
no debían tener sexo con sus propios hijos.
En el siglo VI d. C. el Imperio Romano proscribió la homosexualidad. Esto se debió en parte a la influencia de otras culturas en la Ciudad del Capitolio, pero principalmente debido a la expansión e influencia de la Cristiandad. El Cristianismo se volvió la religión de moda, y frecuentemente comprometió principios bíblicos en nombre de la conveniencia. Aquellas religiones que animaban la prostitución masculina y femenina también fueron prohibidas en el imperio.
Aunque la influencia cristiana provocó este cambio en los códigos legales, no todos en la iglesia temprana se adherían a las mismas actitudes. Según Boswell: A pesar de su retórica violenta contra la práctica homosexual, el propio San Juan Crisóstomo consideraba la atracción homosexual como algo común y constantemente yuxtaponía los deseos homosexuales y heterosexuales como dos caras de la misma moneda. Quejándose, por ejemplo, de las motivaciones pecadoras para entrar en el templo del Señor, menciona en términos de igual peligro el deseo de un hombre de ver la belleza de las mujeres o de admirar a los hombres jóvenes que frecuentan los santuarios.( Boswell 1980, 160)