ISBN 0124-0854
N º 79 Junio de 2002
Fotografía de Antonio Betancur
delicado entre temor y admiración. Los varios dioses asociados a Baal tenían su lugar al lado del Asherah, su colega hembra. A menudo, el culto de Baal incluía una pértiga, o símbolo fálico, en los rituales.
Cuando los antiguos babilonios ganaron influencia – quizás tan tempranamente como en el año 8000 a. C.– extendieron su religión. Las ciudades babilónicas incluían torres, o Ziggurats, que servían para muchos propósitos prácticos y religiosos. Estas torres eran estratégicas en la defensa de la ciudad. También servían como puntos de observación de las estrellas para su estudio científico o por su importancia religiosa. Un propósito adicional de estas torres era servir como altares.
La torre de Babilonia supuestamente tenía estatuas de oro de los dioses y un banco dorado en la cima para el culto sexual.
Los Ziggurat parecen haber sido abundantes en los días de influencia de la Babilonia antigua. Servían además como símbolos fálicos. Los rituales antiguos en tales torres incluían la masturbación, para permitir al hombre derramar su semen en la tierra. Como la semilla es sembrada en la tierra, se veía a la tierra como hembra, y, por consiguiente, se invocaban dioses masculinos para fecundarla.
Uno de los Ziggurats más famosos, y el mejor hallazgo arqueológico de esta clase, está en Ur de los antiguos Caldeos, casa del patriarca Abraham. El padre de Abraham había sido un fabricante de ídolos en ese pueblo prominente. Fue Abraham quien se separó de los politeístas e inició el monoteísmo – el culto a un solo Dios. Abraham es venerado como el padre de la fe por los judíos, el Islam y la Cristiandad. Abraham era un monoteísta devoto y sus descendientes lucharon con el politeísmo por muchas generaciones.
Las torres, pértigas y varas se incluían en muchas formas de práctica religiosa y se asocian con el pene para deificar la masculinidad. Torres
similares a las de los templos babilónicos se encontraban también en el antiguo Egipto, y las pirámides ciertamente tienen una importancia religiosa. La cultura maya en América del Norte es desconocida en su mayor parte, pero su cultura incluía tales torres. En el panteísmo y el animismo, como era el caso de las culturas de los antiguos nativos americanos, se adoraban columnas de tótem obviamente fálicas, como parte del culto a la Naturaleza – dios.
Resulta interesante observar que las torres fálicas han sobrevivido hasta nuestros días. Las distintas órdenes masónicas erigen torres como monumentos. May Day es una fiesta en las islas británicas donde un poste fálico se decora con serpentinas y se colorea, para realizar un baile festivo alrededor; este rito de primavera se conecta directamente con prácticas de fertilidad antiguas que buscan la bendición del dios sobre las cosechas. Como los obeliscos egipcios pertenecen a la misma categoría, hay una torre fálica en la Plaza del Vaticano en Roma. El significado puede haber cambiado con los años, pero estos símbolos de culto al varón todavía existen.