Fotografía de Antonio Betancur
ISBN 0124-0854
N º 79 Junio de 2002 de esta diosa incluía orgías y prácticas sexuales. Asherah era adorada en forma de un árbol con muchos pechos femeninos tallados en el tronco, y estos árboles constituían el centro de un bosque donde el culto se llevaba a cabo. Se podía invocar o aplacar a la diosa para adquirir fertilidad para sí mismo, la tribu o el clan.
Cuando el politeísmo – el culto a muchos dioses – dominaba la Tierra, los dioses podían ser tanto varones como hembras. No se consideraba que estos dioses eran infalibles o todopoderosos como en el concepto cristiano de Dios. A menudo eran muy parecidos a las personas, con deseos individuales y capaces de equivocarse. Se creía que los dioses tenían sexo entre sí y que procreaban. Quienes practicaban estas religiones con frecuencia sentían que la ira de los dioses tenía que ser aplacada para que la tribu sobreviviera. Tener sexo con un dios – como parte del culto, o para que las cosechas, los animales o los humanos fueran fértiles – era una extensión lógica del concepto de politeísmo. Puesto que el sexo se requería para la fertilidad humana, tener sexo con un dios era algo crucial y benéfico.
Culto fálico
Tammuz era la deidad de los fenicios asociada con el
Adonis de los griegos. Era el marido de Ishtar, conocida también como Asherah por los Semitas y Afrodita por los griegos. Los seguidores del culto creían que Tammuz era un hermoso pastor asesinado por una bestia salvaje. El anhelo de su esposa por recuperarlo, la llevó a entrar en el Averno para rescatarlo de la muerte. Su culto se identifica con columnas, similares a los Tótem de los americanos nativos, que servían como símbolos fálicos o réplicas del pene. Este culto se hizo sumamente sexual en sus prácticas. Tahmuz volvía del Averno todas las primaveras y regresaba allá en el invierno, por lo que las orgías primaverales eran asociadas con la siembra que provocaría una cosecha dadivosa. En por lo menos una cultura su culto incluía actividades homosexuales. En nuestros días, el nombre de Adonis se asocia con la literatura erótica de la comunidad homosexual. Su cuerpo, supuestamente perfecto, se promueve a veces como un ideal que puede tomar dimensiones divinas.
El dios griego Dionisio era adorado y seguido por hombres conocidos como Sátiros, que siempre son representados con un pene erecto. Un dios del oriente, Shiva, de la India, se adora con un linga largo, o vara fálica. Se dice que Shiva entró
en los bosques para mirar a los hombres mientras jugaban, por lo que ellos lo cogieron y cortaron su pene. Una vez que comprendieron que era un dios, para refrenar la ira de Shiva reemplazaron su pene con uno artificial.
Un dios babilónico se llamaba Baal. El nombre literalmente significa " poseedor ", pero vino a ser traducido como " señor " en referencia al dueño de un pedazo particular de tierra. Baal tomó muchas formas a lo largo de los años. Originalmente era adorado como el dios del sol. Se creía, por consiguiente, que era tanto benévolo – cuando hacía a las cosechas crecer – como cruel – cuando secaba la tierra con su calor. Debido al obvio poder e influencia de este dios, aquellos que creían en él tenían que aplacar su enojo continuamente, y, para poder mantener sus vidas, pasaban la existencia en un equilibrio