ISBN 0124-0854
N º 85 Diciembre de 2002 que permanecemos sentados junto a otro que tiene dolor , cuando el fuego bajo nos sobresalta a cada rato con la caída de una carbonilla , y el tictac del reloj parece un martillo que golpea la vida de aquel a quien vigilamos .
Pero ya es bastante de camas y alcobas . Me he dedicado a ellas por demasiado tiempo , inclusive para ser un camarada ocioso . Permítasenos salir y fumar un rato . Eso hace perder el tiempo igual de bien y no parece tan malo . El tabaco ha sido una bendición para nosotros los ociosos . Es duro imaginar cómo ocupaban sus mentes los funcionarios públicos antes del tiempo de Sir Walter 6 . Yo atribuyo completamente la naturaleza pendenciera de los hombres jóvenes de la Edad Media a la carencia de la hierba calmante . Ellos no tenían trabajo por hacer y no podían fumar , y la consecuencia era que siempre estaban luchando y remando . Si por alguna extraordinaria casualidad no había ninguna guerra en el momento , entonces armaban una rencilla familiar mortal con el vecino de al lado , y si , a pesar de esto , tenían todavía unos momentos sobrantes entre sus manos , los ocupaban en discusiones acerca de cuál de sus prometidas era la más bonita , utilizando , como argumentos para decidir la disputa , hachas de batalla , picas , etc . Las
6 Al navegante , político , soldado , filosofo , poeta y
explorador británico Sir Walter Raleigh ( 1554- 1618 ) se le atribuye el haber introducido en Europa el tabaco y la papa americanos .
diferencias de gustos eran muy rápidamente solucionadas en aquellos días . Cuando un adolescente del siglo XII se enamoraba , no retrocedía tres pasos , miraba fijamente a los ojos de la muchacha , y le decía que ella era demasiado bonita para vivir . Él le decía que iba a ir fuera un momento y ver qué pasaba . Y si , una vez fuera , se encontraba con un hombre y le rompía la cabeza – la cabeza del otro hombre , quiero decir –, entonces eso demostraba que su novia – la del primer sujeto – era una muchacha bonita . Pero si el otro sujeto rompía su cabeza – no la propia , usted sabe , sino la del otro sujeto –, o el otro sujeto al segundo sujeto – porque , por supuesto , el otro sujeto sólo sería “ el otro sujeto ” para él , no para el primer sujeto –, bien , si él rompiera su cabeza , entonces su novia – no la del otro sujeto , sino la del sujeto que …. Mire : si A le rompe la cabeza a B , entonces la muchacha de A era bonita ; pero si B le rompe la cabeza a A , entonces la muchacha de A no era una muchacha bonita , sino que lo era la muchacha de B . Ése era su método de hacer crítica de arte .
Hoy en día nosotros encendemos una pipa , y dejamos que las muchachas vayan afuera y lo decidan ellas mismas .
De hecho , ellas lo están haciendo muy bien . Están consiguiendo hacer todo nuestro trabajo . Son doctoras , abogadas y artistas . Ellas manejan los teatros , llevan a cabo estafas y editan periódicos . Yo espero con ansía el tiempo en que nosotros los hombres