ISBN 0124-0854
N º 85 Diciembre de 2002
Pero " beber las aguas " fue sólo una pequeña porción de la tortura que experimenté durante ese mes memorable; un mes que fue, sin excepción, el más miserable que yo haya pasado alguna vez. Durante la mayor parte de él seguí el mandato del doctor religiosamente y no hice nada, ninguna cosa, excepto vagabundear por la casa y el jardín, y salir durante dos horas cada día transportado en una silla de baño. Eso rompió la monotonía hasta cierto punto. Hay más excitación en las sillas de baño de lo que podría parecerle al lleno cada minuto por la preocupación de que todo acabe en una golpiza; una convicción que se hace especialmente vívida cada vez que una cuneta o una recta de camino recientemente macadamizado 4 entran al alcance de la vista. Él espera chocarse con cada vehículo que pasa, y nunca asciende o desciende una colina sin empezar a especular inmediatamente en sus oportunidades de sobrevivir, en caso de que – como parece sumamente probable – el débil director de su destino lo deje ir. observador casual, sobre todo si usted no está acostumbrado al ejercicio estimulante. Un sentido del peligro – algo que un forastero no podría entender – está siempre presente en la
mente del ocupante de la silla, quien se siente
4 El pavimento de macadam está compuesto por piedra machacada.