ISBN 0124-0854
N º 85 Diciembre de 2002 los países que no disfrutan el sol mediterráneo , la ociosidad es más difícil , y para promoverla se requeriría una gran propaganda pública . Espero que , después de leer las páginas que siguen , los dirigentes de la Y . M . C . A . i emprenderán una campaña para inducir a los jóvenes a no hacer nada . Si es así , no habré vivido en vano .
Antes de adelantar mis propios argumentos en pro de la pereza , voy a ocuparme de uno que no puedo aceptar . Cuando una persona que posee ya lo suficiente para vivir se propone ocuparse en cualquier clase de trabajo diario , tal como la enseñanza o la mecanografía , se le dice , a él o a ella , que le está quitando el pan de la boca a otras personas , y que , por tanto , es malo . Si este argumento fuese válido , nos bastaría a todos estar sin hacer nada para tener la boca llena de pan . Lo que olvida la gente que dice tales cosas es que el hombre gasta generalmente lo que gana , y al gastar proporciona empleos . En tanto que un hombre gasta sus ingresos , al gastar procura tanto pan a las bocas de los demás como les quita ganando . El verdadero villano , desde este punto de vista , es el hombre que ahorra . Si simplemente guarda sus ahorros en una media , como el proverbial campesino francés , es obvio que no proporciona empleos . Si invierte sus ahorros , la cuestión es menos obvia , y pueden presentarse varios casos .
Una de las cosas más comunes que se hace con los ahorros es prestarlos a algún Gobierno . A la vista de que el grueso de los gastos públicos de la mayor parte de los gobiernos civilizados consta de gastos de guerras pasadas o preparación de guerras futuras , el hombre que presta su dinero al Gobierno se halla en la misma posición que el malvado personaje de Shakespeare que alquila asesinos . El resultado de los hábitos de ahorro del hombre es el incremento de las fuerzas armadas del Estado al que presta sus economías . Resulta evidente que sería mucho mejor que se gastara el dinero , inclusive si se lo gastara en bebidas o en el juego .