ISBN 0124-0854
N º 85 Diciembre de 2002
Elogio de la ociosidad
Gracias a este ensayo , escrito en 1932 , podemos entender por qué Russell ganó el Premio Nobel de Literatura , al observarlo defender con argumentos convincentes una posición que para muchos resultaría insostenible : la idea de que es el ocio , no el trabajo , lo que da la medida de una sociedad completamente distinto de lo que siempre se ha predicado . Todo el mundo conoce la historia del viajero que vio en Nápoles doce mendigos tumbados al sol ( era en los días anteriores a Mussolini ) y ofreció una lira al que fuera el más perezoso de todos . Once de ellos se levantaron rápidamente , reclamándola , y así , se la dio al duodécimo . Aquel viajero estaba en lo cierto . Pero en omo muchos de mi generación , fui educado en el espíritu del refrán “ La ociosidad es la madre de todos los vicios ”. Niño profundamente virtuoso , creí siempre cuanto me dijeron , y adquirí una conciencia que me ha mantenido trabajando intensamente hasta el momento actual . Pero , aunque mi conciencia ha venido controlando mis actos , mis opiniones han experimentado una revolución . Creo que se ha hecho demasiado trabajo en el mundo , que la creencia de que el trabajo es una virtud ha causado mucho daño , y que en los países industriales modernos es necesario predicar algo