ISBN 0124-0854
N º 71 Septiembre de 2001
EL CORÁN,
UN CULTO A LA PALABRA
Por Yoana Fernanda Nieto Valdivieso
El Corán no sólo es el libro sagrado musulmán, sino un símbolo tan importante de su religión como lo es el Templo de Salomón para los judíos, o la cruz para los cristianos.
Ninguna religión ha hecho de la palabra un elemento ritual y de acercamiento a Dios, tanto como el Islam. No es casual que mucho antes de que se consolidaran las lenguas vernáculas occidentales como el francés, el inglés, el español o el alemán, y mucho menos una literatura en estos idiomas, existieran ya obras poéticas, médicas, históricas, astronómicas y matemáticas escritas en árabe, pues, según la tradición musulmana, el árabe es la lengua que usa Dios, que todos los hombres deberíamos aprender, pues fue la lengua que usaron los habitantes del Paraíso, enseñada a Adán por Dios mismo.
Lo que hoy conocemos como“ árabe clásico” es la lengua que hablaban las tribus del norte de la península arábiga a principios del siglo VI. Al respecto, es necesario apuntar que la poesía ha sido un elemento fundamental de la cultura árabe, desde antes inclusive de la llegada del Islam. En esas comunidades, los jefes de la tribu eran también los
protectores de la poesía, y los poetas recorrían el desierto del Sahara seguidos por aprendices de“ recitador”, que a su vez se convertían en poetas( la versión árabe del caballero y su escudero). Fue en este contexto que Dios reveló a Mahoma( 570-632 d. C), un comerciante de la Meca, su libro sagrado. Desde entonces el idioma hablado por estas tribus se convirtió en la lengua de Allah, y por eso todas las plegarias dirigidas a Él, sin importar el lugar de procedencia, deben ser recitadas en la lengua divina: el árabe.
La lengua árabe quedó consagrada entonces en El Corán, y conocer a profundidad este libro es el primer deber sagrado de todo musulmán. Todo buen creyente se precia de poder recitar el Corán de atrás hacia adelante y viceversa; la integridad del texto mismo tiene tanta importancia que a los niños se les enseña a venerar sus
sonidos, desde antes incluso de que puedan entender el significado de cada palabra. Esta importancia de la memoria y la recitación en la cultura islámica puede atribuirse a dos factores:
1) La importancia de la tradición, pues es ella la que dicta las costumbres, establece el comportamiento ideal, reglamenta la vida cotidiana y la vida espiritual, de acuerdo con la palabra divina manifestada en El Corán, que es la guía del creyente en su vida interior, familiar y social. 2) En los tiempos del Profeta las vocales no se escribían, por lo que era difícil distinguir el significado verdadero de cada palabra escrita, entre todos los posibles para cada grupo de consonantes. Como, en cambio, la versión recitada no podía ser ambigua en su significado, la memoria y la recitación se convirtieron en las mejores ayudas para conservar el texto puro. Es importante apuntar que, a diferencia de los evangelios, supuestamente
Fotografía tomada de El esplendor de Turquía, Altamira, S. A. Impreso en España, 1985