ISBN 0124-0854
N º 72 Octubre de 2001
Medellín es eminentemente visual , está completamente lleno de imágenes ; en él , narrar es coser una imagen con otra . La oralidad secundaria constituye así el espacio de ósmosis entre unas memorias , unas largas memorias de vida y relato , y unos dispositivos de narración audiovisual nuevos ; entre unas narrativas arcaicas y unos dispositivos tecnológicos postmodernos .
Michelle y Armand Mattelard , que trabajaron durante muchos años en Chile y fueron en cierta medida los pioneros del análisis crítico de los medios en América Latina , a través de una radicalización de la semiótica estructuralista y su " concubinato " con el materialismo histórico , publicaron el año pasado una espléndida investigación acerca de la televisión y de la telenovela brasileñas en la que dan cuenta de cómo la telenovela incorpora la cultura del folletín , esto es , el relato del tiempo largo , a un relato visual tomado del discurso publicitario , que es el discurso de la fragmentación más fuerte . Esta mezcla del relato largo con la gramática visual de la fragmentación es un buen señalamiento de pista para estudiar cómo las anacronías de la telenovela , no son tanto anacronías como formas expresivas de los destiempos culturales a través de los cuales se constituye y se realiza la modernidad en América Latina . Las telenovelas brasileñas y algunas de las mejores telenovelas colombianas muestran que en ellas está en juego no un mero fenómeno de
manipulación de las industrias culturales , sino la pregunta de por qué esos relatos que hablan de la desdicha le dan a la gente tanta felicidad , por qué les gustan tanto , y si ese gusto es el último estadio de la perversión humana o es la expresión de otros gustos . ¿ Cómo se incorporan a la modernidad esos destiempos , esas fragmentaciones , esas discontinuidades históricas , en que luchan las diversas memorias ?
El segundo tipo de procesos que me parece fundamental a la hora de comprender las dinámicas urbanas , y que ha trabajado especialmente García Canclini en los últimos años , es la hibridación . En su libro Culturas híbridas : estrategias para entrar y salir de la modernidad , se plantea cómo la hibridación no es sólo la mezcolanza de cosas heterogéneas , sino sobre todo la superación o la caída en desuso de las viejas enciclopedias , los viejos repertorios , las viejas colecciones . La hibridación implica , según García Canclini , que se han movido las fronteras . Persiste , sin embargo , una terca mentalidad que pretende reducir toda mezcla a nuevas formas de lo viejo . Las hibridaciones de que estamos hablando son aquellas que sólo se producen por destrucción de las viejas identidades , al menos por su erosión . Para entender estas nuevas mezcolanzas , estos nuevos mestizajes , estas hibridaciones de hoy , tendríamos que entender qué está pasando en las fronteras . En una investigación acerca de qué
está sucediendo en la frontera de México con Estados Unidos , García Clanclini ha abordado tanto el lado mexicano como el lado norteamericano y con asombro ha descubierto que las transformaciones se están sucediendo en ambos lados . Es decir que frente a una cultura y a una sociedad en las cuales “ frontera ” significaba el muro , la barrera , la separación , la frontera es hoy el espacio de intercambio y de ósmosis más fuerte en cualquier país . Frente al centro , que sigue soñando sus raíces , que sigue protegiendo a su Edipo , los márgenes , las fronteras , están en un proceso aceleradísimo de fusión y de transformación . A la pregunta de quién era él , un habitante de Tijuana respondió así :
Cuando me preguntan por mi nacionalidad o identidad étnica no puedo responder con una palabra , pues mi identidad posee repertorios múltiples . Soy mexicano pero también soy chicano y latinoamericano . En la frontera me dicen chilango o mexiquillo , en la capital pocho o norteño y en Europa sudaca .
Los anglosajones me llaman hispanic y los alemanes me han confundido más de una vez con turcos e italianos .
Me llama mucho la atención que , en No nacimos pa ’ semilla , Alonso Salazar arriesgue una hipótesis cultural , más que política o