ISBN 0124-0854
N º 67 Mayo de 2001
Adán). Y así el dolor no se puede escapar, amigo, y sale alegría del fondo de todo mi dolor, de todo ese catar mío en el que nunca más amanecerá. Entonces mi dolor no se ve ahí donde normalmente están esos dolores y la gente los busca.
Y cada victoria tuya es un día más contra otro día más en que Tere ya no come una butifarra. Que si así fue la rosa para el poeta, por qué diablos no han de ser posibles, dime tú por qué diablos no puede haber casos en que así es la butifarra, amigo mío. Su aroma, al menos, el aroma que ella juró bañada en buganvillas de recuerdo y Country Club. Caminando yo sin que ella esté caminando porque sólo está bañada por la memoria de( según el instante, según el nuevo detalle del recuerdo total que te sorprende siempre con las más tristes novedades, con los más crueles matices, con las más brutales precisiones de día, de lugar, de tal hora de tal día, minuto de tal hora, segundos y más segundos, y el calor que hizo y los irrepetibles colores que hubo, hermano), digamos que de su sonreír un instante cuando se me acercaba y a mí me encantaba pero también me aterraba que fuera tan traviesa hasta en su forma de llegar.
Yo era feliz cuando Tere era feliz y, maldito sea, Adán, a veces, de golpe, no soportaba verla tan alegre. Quiero decir que, de puro miedo, de puro terror a que
estuviera alegre por otro, porque yo nunca estuve alegre sin ella y así me voy quedando para siempre, parece, Adán, hasta maté a un hermano que tan nunca existió que hasta me olvidé de ponerle nombre. Viejo, riámonos un poco, no hay crimen perfecto y por ahí me pudo haber pescado la policía. En cambio qué perfecto es el castigo, Adán, y, ya ves, así parece que me estoy quedando para siempre porque no logro ni un instante de broma por ella sin que su recuerdo me castigue en el acto, implacable y con nuevos y crueles y sorprendentes matices y precisiones de las que ya te he hablado y millones más con las que no te voy a aburrir ni me quiero torturar.
Y cuando el colegio terminó tú seguías invicto. Pero cada nueva foto que me mandabas, viejo. A mí, que me había defendido solo, casi desde niño, de no tener amigos como tú en la vida. A mí, que me había defendido hasta de Tere y contra Tere de no tener amigos como tú en la vida. Dime, Adán, y déjame que te reproche algo alguna vez por andarme mandando fotos como ésas, dime, ¿ cómo se come eso de no haber tenido amigos como tú en la vida y, de repente, tenerlo, estarlo teniendo? Para ti, en todo caso, fue más fácil comer eso, de eso, o como por diablos y demonios se diga. Pero me seguiste mandando tales fotos de decepción, que no tuve más remedio que enviar al Yanqui a aprender
karate al Japón. Y ya ni me escribías No hubo belleza final. Ni gloria de amigos que se volverían a ver. No juzgo, Adán. Describo, nada más. Pero tú no me ayudaste ni con esa esperanza, viejo amigo. y por esas tardes de la vida en que ya no escuchaba casi nunca la Rapsodia sobre un tema de Paganini y mi único tema era lo bañado en buganvillas con aroma de butifarras y amigos a fondo del Country Club y amigos a prueba de balas y todo terreno del colegio San Pablo …
Qué lindos, qué divertidos recuerdos me asaltan en este momento de aquel colegio. Probablemente no me entiendas porque ya debes hablar masticando chicle como loco, pero un día Teddy Boy nos probó, con un solo ejemplo, cuál era, aparte del acento, la diferencia fundamental entre el inglés de los Estados Unidos y el de Inglaterra.
- Un camión de máximo rendimiento, peso, tamaño y capacidad de carga, en los Estados Unidos se llama Big Mack mientras que, en Inglaterra, se llama, casi púdicamente, Heavy Duty.
Y como casi nadie le entendió, soltó su eterno « mucho cholo », agregando aquella vez que mucho dinero, también, sin duda, y que mucha hacienda y hasta mucho antepasado, en alguno que otro caso, pero que le sobraban los dedos de una mano cuando contaba a los que realmente habíamos nacido en el momento apropiado, el lugar