Agenda Cultural UdeA - Año 2001 JUNIO | Page 9

ISBN 0124-0854
N º 68 Junio de 2001 buscan levantar ganado preferentemente en tierras planas aunque también están, en menor proporción que los paisas, en la serranía de Abibe. En el Bajo Cauca los pescadores y mineros han asimilado un patrón itinerante de conducta que no les permite aferrarse a un determinado sitio lo que no origina conflictos asociados claramente con el territorio. Pero en el terreno de las conductas, los mineros son mirados con recelo por sus comportamientos juzgados como desordenados cuando acceden a las cabeceras municipales.
En las regiones no existe un
único sentido de identidad
en términos mas allá de los
referentes
cercanos
señalados.
En el caso de
Oriente
son
evidentes
fuertes localismos construidos desde antaño( Rionegro y Marinilla) y que de tanto en tanto afloran en el terreno económico, político y de poder. Además, el desarrollo desigual al interior mismo de la región contribuye a la estigmatización sociocultural entre distintos sectores de la población. Igual ocurre en el Suroeste, entre el cafetero y las demás subregiones a su interior, que han planteado ciertas rivalidades internas; o en el Bajo Cauca cuyas cabeceras tienen predominancias culturales diversas como es la población paisa de Tarazá, las afrocolombianas de los ríos Cauca y Nechí y la mezcla cultural de Caucasia. A pesar de la importante dinámica económica de Puerto Berrío, ésta solo ejerce en el Magdalena Medio una nítida función de centralidad con respecto a algunas cabeceras( Puerto Olaya, corregimiento de Cimitarra) puesto que otras cabeceras( Carcolí y Maceo) resultan atraídas también por Cisneros en el Nordeste
Vendedor de sombreros en Caucasia, Antioquia. Marzo 2001. Fotografía de Olga María Mesa Ángel. antioqueño y otras localidades( Puerto Nare y Puerto Triunfo) son atraídas por Puerto Boyacá mientras que Yondó depende básicamente de Barrancabermeja. Los localismos en Urabá son básicamente los de Turbo y Apartadó pero allí hay mas una noción de identidad regional que sentidos de pertenencia marcados por las distintas cabeceras.
La existencia de universos simbólicos diversos no ha logrado sintetizarse en proyectos colectivos de región donde no se disuelvan las particularidades ni se agoten y diluyan las riquezas de la diversidad. Es menester crearle espacios a los intereses comunes y buscar cómo los desarrollos regionales pueden ser de conveniencia para todos sus habitantes. En esta tarea la Universidad y las regiones tendrían que poner su capacidad para reconocer las distintas fortalezas e incorporarlas a su tarea de buscar condiciones óptimas que ofrezcan igualdad de oportunidades para todos los grupos y sectores.