ISBN 0124-0854
N º 64 Febrero de 2001
Maestro de Música. Pocos días después, Verdi se casó con Margherita Barezzi, la hija de su mentor.
Verdi escribió gran cantidad de obras para la orquesta aficionada de Busseto. Ninguna de ellas se conserva. Para esta época, el joven compositor y director sabía que su destino musical era la ópera. Trabajó en su primer proyecto Oberto, y para realizarlo se mudó con su joven familia( y con el apoyo económico del suegro) a Milán. Por intercesión de la primadonna Giuseppina Strepponi, el empresario de la Scala de Milán, Bartolomeo Merelli, aceptó la ópera y tras un éxito modesto, en 1839 encargó a Verdi una ópera bufa, Un giorno di regno.
En esta etapa vivió una muy dolorosa tragedia familiar: en tres años murieron su hija Virginia, su hijo Icilios y, en 1840, su esposa Margherita. Terminó la ópera bufa para cumplir el contrato, pero el estreno resultó un desastre y decidió no volver a escribir música. Sin embargo, un par de meses después, Merelli logró convencerlo de lo contrario, con un nuevo libreto: Nabucco. Con su estreno, el 9 de marzo de 1842, Verdi se convirtió, de la noche a la mañana, en el héroe nacional de Italia. El coro principal, Va pensiero, sull ' ali dorate, expresaba para los italianos, oprimidos por Austria y Francia, el grito nacional de libertad. VE. R. D. I. apareció como grafiti en los muros, con el significado de Vittorio Emanuel, Re d ' Italia. Hasta el final de la década escribió otra docena de óperas-sus‘ años de la galera’, como más tarde llamó a esta época-, de las cuales, con excepción de Ernani y Macbeth, ninguna quedó en el repertorio, aunque ayudaron a establecer su posición, tanto de compositor más importante de Italia, con estrenos en Londres y París, como su fortuna: compró un terreno grande y fructífero
cerca de Busseto, Sant’ Agata, que sería su futuro domicilio y refugio.
Verdi vivió durante un largo tiempo en París, aunque no sólo por razones artísticas: allí estaba Giuseppina Strepponi. Desde 1848 vivieron juntos y el año siguiente llevó a su amada a Busseto, ¡ con enorme escándalo para el pueblo conservador y católico, donde su suegro lo defendió! Diez años más tarde se casaron. En Giuseppina, el compositor encontró su complemento ideal. Ella lo apoyó en sus proyectos artísticos, le ayudó a superar sus crisis depresivas y supo acompañarlo en los momentos difíciles. Su propia vida fue muy difícil en los comienzos de su carrera-algo semejante a“ La Traviata”-, pero, como en ésta, Giuseppina creció sobre la infamia de sus pretendientes. Un estado de permanente ansiedad le costó la voz; a pesar de ello no se dejó vencer por la aparente adversidad y se convirtió en una excelente maestra de canto, en un ser humano sabio y en una persona culta. Hablaba varios idiomas a la perfección, y era conocedora profunda de la literatura. Así, en muchas situaciones de la vida de Verdi- quien, aparte de ser campesino, se destacaba también como el menos culto de los compositores italianos-, fue ella su‘ bastón firme’ durante casi medio siglo. Giuseppina murió en 1897, cuatro años antes que el Maestro.
El gran éxito internacional llegó para Verdi en 1851, con el estreno de Rigoletto, adaptación de un drama de Victor Hugo. De aquí en adelante sus óperas nunca desaparecieron de los grandes escenarios. Verdi supo ser músico profesional, pero también hacer buenos negocios. Del Oberto en adelante, nunca iniciaba la escritura de una ópera sin antes tener un buen contrato. La crítica no le importaba. Confiaba sólo en la reacción del público, que medía por el