ISBN 0124-0854
N º 70 Agosto de 2001 vietnamitas , y los jóvenes deportistas del Congo y de Australia . Así como cada año nos visitan los poetas y cada dos años las más importantes compañías teatrales de todo el mundo , así como han venido los maestros directores de la Scala de Milán a compartir su saber y los profesionales del Circo del Sol de Francia a compartir sus destrezas con los niños de los barrios de Cali , que vengan los que hacen las fiestas de las flores y las fiestas del libro , las jornadas de la música y las jornadas del teatro , y dialoguen con el pueblo que ha creado la saga vallenata y la cumbia , los currulaos de los litorales y los pasajes llaneros , que dialoguen con la realidad que ha producido a García Márquez y a Fernando Botero , a Edgar Negret y a Ramírez Villamizar , a Luis Caballero y a Beatriz González , a Fernando González y a Estanislao Zuleta , a José Asunción Silva y a Gonzalo Arango , a Luis Carlos López y a Aurelio Arturo , a Porfirio Barba Jacob y a Fernando Vallejo , a José Eustasio Rivera y a Gustavo Álvarez
Gardeazábal , a Santiago García y a Enrique Buenaventura . Colombia necesita hoy del mundo para no sucumbir en manos de la peste del olvido , del tiovivo de las guerras que nunca terminan , de la hojarasca de las dependencias .
Esta vida peligrosa en un país de paradojas nos exige buscar el triunfo de la vida despertando a los muertos , alcanzar el olvido recurriendo a una gran expedición por la memoria , alcanzar la capacidad de perdón combatiendo las inercias de la venganza , reinventar la comunidad fortaleciendo en el diálogo lo individual , reconocernos a nosotros mismos en el acto de dialogar con el mundo , reinstaurar el pavor de matar perdiendo el miedo a los fantasmas que viven del crimen , y reencontrarnos de nuevo con la invaluable confianza espontánea en los demás a través de desconfiar aplicadamente de nuestras nociones y de nuestros hábitos .
De este apasionado ejercicio cultural y educativo , que no puede ser una labor especializada de artistas ni de intelectuales , sino una extensa fiesta de la comunidad , partiendo de las regiones del país más agobiadas por los conflictos , depende no sólo nuestra reconciliación , sino la posibilidad de convertir a Colombia , hoy terriblemente amenazada , ya no sólo en una gran reserva de oxígeno y de agua para el futuro de la especie , sino en una respuesta desde la creatividad y la imaginación para algunos de los grandes males de nuestra época . Es la hora de recostar las sillas en la puerta , y de empezar a contar la historia , antes de que lleguen los historiadores .