ISBN 0124-0854
N º 62 Noviembre de 2000
Hermenéutica , ética y narración
Por : Luz Gloria Cárdenas Mejía
Aristóteles , en el tratado Acerca del Alma , afirma que el fin de la vida en general es su conservación ; por ello las plantas obtienen el alimento en el lugar en que se encuentran , y son capaces a su vez de generar otras de su misma especie ; de esta manera es posible , a pesar de que cada planta se corrompe como tal , contribuir a preservar la vida en general . Los animales , además de la facultad nutritiva , poseen los sentidos para orientarse y el deseo del alimento con el fin de ir
en su búsqueda . El hombre , además de las anteriores facultades , posee el intelecto por medio del cual , fuera de conservar su vida , busca el bienestar y la perfección . 1
Que sea este bienestar y esta perfección en el hombre , es algo que debe ser determinado por algún tipo de saber , pues como tal no son cosas que podamos encontrar en el camino . La ciencia no ha podido responder a tales inquietudes , y la fe en la razón , instaurada con la modernidad , se muestra insuficiente . La pregunta nos sume cada vez en una mayor perplejidad .
¿ Sabemos qué es lo bueno o malo para el hombre ? Y si es posible responder , ¿ sabemos cómo ser buenos ? O acaso esta pregunta está ya demasiado cargada de significaciones y más bien deberíamos preguntamos : ¿ Cómo ser plenamente humanos ? ¿ Tenemos la seguridad de que lo que consideramos lo humano es , en general , válido para todos ?
Nosotros , hombres del siglo XXI , tal vez podamos asegurar que los Derechos Humanos son válidos para todos , como principios generales que establecen las condiciones mínimas para la