Agenda Cultural UdeA - Año 2000 JUNIO | Page 24

ISBN 0124-0854
N º 57 Junio de 2000 cumbre más elevada de una montaña y habita una gruta oculta. Pero ocurre que casi nunca permanece en casa, pues no puede quedarse
quieto. A cada instante, siente la necesidad imperiosa de salir. Si se encuentra adentro, encerrado, da voces, y su cueva retumba a lo lejos como un trueno.
Cuando por casualidad se queda dos o tres días en casa, tiene que dedicarse a hacer ejercicio. Entonces baila, corretea, brinca, da pequeños saltos aquí y allá, propina golpes a las piedras, picotazos a las rocas, aletazos a la puerta de su gruta, sin importarle que la tierra se estremezca y que la montaña que habita amenace con derrumbarse. Aunque cualquiera podría creer que se ha enfurecido, o que prepara sus fuerzas para atacar, la verdad es que sólo se propone jugar y divertirse un poco. Eso es todo.
El ejercicio, como es apenas natural, le produce hambre. Por esta razón entra, sale, regresa a casa y sale de nueva. Busca como un ogro, pero se comporta en realidad más impulsivo que glotón. Puede volar muy lejos sólo para traer una semilla minúscula que deja caer en cualquier parte antes de dedicarse días enteros a tratar de derribar el coco de una palmera. En la despensa de su casa abundan las conchas vacías, los
pedruscos redondos, las cáscaras secas, las hojas muertas, los vidrios y los espejos rotos, pero jamás se encontraría alguna cosa provocativa o apetitosa.
Cuando sale, se devora el primer insecto que encuentra, y, en su carrera atropellada, arremete contra una mata de plátano, desentierra una yuca, sacude todos los árboles sin detenerse a recoger los frutos, salta de los arrozales a las frágiles eras de frisol, desordena el maíz, dispersa la arveja y la higuerilla puestas a secar al sol. Atolondrado y hambriento al mismo tiempo, mordisquea todo sin alimentarse en forma. Llega a ser tan distraído, que muchas veces ignora a qué ha salido y ni siquiera recuerda su nombre. En ese instante se pregunta:
- ¿ Por qué doy vueltas y vueltas en el aire?
Entonces se enfurece consigo mismo y destroza cuanto se encuentra a su paso y aterroriza a quienes intentan guarecerse bajo techo. Apenas logra ponerlos al descubierto, decide remontarse a los corredores más altos del aire. Y ahora se dedica a deshilvanar las nubes en la bóveda celeste, mientras abajo el agua