ISBN 0124-0854
N º 53 Febrero de 2000
Ashley Bickerton . Mixed media construction ; 228,6 x 175,26 escribió jamás . En la obra de Platón asistimos a un complejo forcejeo entre esas dos maneras de la enseñanza , la de la palabra hablada de los maestros antiguos , y la de los textos escritos propios de los tiempos ulteriores . Y tal vez consigna en este relato los entusiasmos del Dios y los escrúpulos del rey , porque de algún modo sabe que , peligrosa o no , la escritura se impondrá como recurso para la conservación de la memoria humana , y que él está siendo uno de sus consagradores . Pero además no es inocente el que atribuya a un mero rey las objeciones y que en cambio convierta la escritura en una invención divina ; allí ya hay , se me ocurre , una toma de partido . De la misma manera , en algún momento de la historia de Grecia los poemas homéricos , que habían pasado siglo a siglo de los labios a los oídos de inspirados rapsodas , conservados por la memoria en rigurosos hexámetros , fueron confiados a la escritura ante el temor de que se perdieran o se desfiguraran ran . Si el temor surgió , se diría que es porque algo amenazaba ya en el seno de la sociedad la pureza de esa tradición , algo estaba alterando la firmeza con que las nuevas generaciones nes recibían el legado de las antiguas .
Yo me atrevería a afirmar que ese algo era la pluralidad de las culturas , la convergencia en el seno de las sociedades de una diversidad de tradiciones , o al menos su proximidad . Porque seguramente lo único que permite una tradición oral sostenida e invariable es la homogeneidad de una cultura y la presencia de una lengua ; la tradición oral es típica de los pueblos largamente establecidos y a menudo encerrados en un determinado territorio . Se diría que el azar de los desplazamientos y el contacto con otros pueblos , con otras tradiciones , pone en peligro la firmeza de los recuerdos trasmitidos por las generaciones , y hacen necesaria la recurrencia a un
o los maestros lectores